CAFFÈ VERGNANO 1882
La experiencia Vergnano
La colombiana Josefa Anaya, quien lleva poco más de dos años en Chile, fue la ganadora de la primera versión del torneo Best Barista 2017. El evento que se realizó en nuestro país, fue organizado por Caffè Vergnano 1882 Por primera vez en el certamen se premió a los triunfadores de cada país con un viaje a Nueva York, para conocer los más importantes secretos del mundo barista
CON EL OBJETIVO DE MOTIVAR, estimular y reconocer a los baristas que trabajan con Caffè Vergnano 1882 en todo el mundo, cada año la empresa italiana organiza este evento, que va alternando la participación de alrededor de 140 países donde se encuentra presente la marca.
Hasta ahora el ganador de cada país ganaba un viaje a la casa matriz de Vergnano, en Turín, Italia. Sin embargo, después de muchos años, decidieron cambiar el destino y ofrecer una experiencia distinta a los jóvenes talentos. “Este año, por primera vez, cambiamos el premio en Best Barista. La idea es dar dinamismo al torneo, que los competidores vean y vivan una experiencia diferente. Además muchos concursantes eran italianos, entonces quisimos hacer algo más novedoso. Nueva York es un destino muy atractivo, porque allí se vive mucho la esencia del buen café, tenemos además nuestras Coffee Shops, tiendas especializadas que se caracterizan por un diseño elegantemente italiano. También en esa ciudad se trabaja con un partnership que es Eataly, un lugar muy conocido, estilo restaurant-mercado, donde siempre hay una cafetería Vergnano asociada, y allá eso es muy fuerte”, explicó Remo Pompei, socio gerente de Italian Coffee, empresa encargada de traer Vergnano a Chile.
En 2017 se incluyó a nuestro país en este evento inédito, donde participaron baristas de distintas regiones de Chile. Los finalistas llegaron hasta la feria Food & Service, donde debieron preparar en vivo cuatro espressos y cuatro capuccinos, dos de los cuales debían tener un diseño que se designaba al azar, dos capuccinos con diseño propio, y dos bebidas personalizadas a base de café con método de extracción libre.
LA GANADORA
“Esta experiencia partió mi vida en dos, hay un antes y un después del concurso y viaje”, dijo Josefa Anaya, joven colombiana que pasó cada etapa del torneo hasta lograr el viaje a Nueva York, que se realizó en marzo de este año.
Hace dos años y medio que Josefa vive en nuestro país. A pesar de trabajar como profesora de literatura en Colombia, viajó de vacaciones a Santiago y no dudó en quedarse cuando se dio cuenta que le gustaba Chile. Se alojó en casa de una amiga y buscó trabajo para probar suerte. El primero fue como secretaria, y luego, por una recomendación, llegó a Café Vilapert como mesera. “No sabía nada de café, ni siquiera lo tomaba, pero vi la pasión con la que trabajaba el barista encargado del lugar y me dije: ‘yo también puedo hacer eso’”, recordó Josefa.
Con ganas de aprender, le pidió al barista Miguel Reyes que le enseñara lo que sabía. Él con mucha paciencia y sin recelo, no dudó en hacerlo. En sus ratos libres Josefa practicaba, y como aún no estaba lista para entregar un producto de primera calidad al público, le ofrecía a todos sus compañeros prepararles una bebida en sus horas de colación. Así fue soltando la mano, hasta que sus jefes le dieron la oportunidad.
“Lo que más me impactó fue la pasión con la que trabajaba mi compañero, esa actitud fue la que me llevó a querer aprender. Los clientes lo saludaban, le daban la mano, tenía una relación cercana con ellos gracias a su labor. El café es lo que prima en este lugar, y gracias a eso puedo hacer pasar un buen momento a la gente que llega aquí. Miro cuando reciben la taza y sonríen, o se sacan una foto con el café. Eso me gusta mucho”, contó Josefa.
Cuando sólo llevaba ocho meses como barista, en su trabajo le ofrecieron participar en el torneo Best Barista, de Vergnano. Pese a que le gustó le dieran tamaña oportunidad, consideró que el más capacitado para esa instancia era su compañero que tanto le había enseñado. “Pensaba que no estaba preparada, pero un día mi jefa me dijo que ella ya me había inscrito, así que sólo me quedaba trabajar”.
El único requisito para participar en el torneo era trabajar en uno de los locales que ofrecen Caffè Vergnano. Vilapert, en Santiago, era uno de ellos. Fue por eso además que Josefa pudo entrar a la competencia, y a pesar que no tenía un buen pronóstico, el resultado no pudo ser mejor. Comenzó participando en las eliminatorias por ciudad, en la cual resultó primera, y luego llegó a la gran final que se realizó en Food & Service 2017, donde compitieron diez baristas, “el orden de cada presentación fue al azar, yo saqué el número diez. Pensé en lo peor, porque cuando me tocara todos habrían hecho su discurso con algo de la información que yo tenía preparada, y seguramente no tendría nada que decir. Pero fue todo lo contrario, me dio la ventaja de analizar las otras presentaciones, y abordar aquellos temas que dejaron pasar”.
CAFÉ Y CULTURA
Luego de su presentación en el torneo y antes del viaje, Josefa sintió que la opción de quedarse en Chile, dejar su vida en pausa en su país natal y dedicarse a algo que para ella era desconocido hasta ese momento, había sido una buena decisión. Pero no sabía que lo mejor estaba por venir, ya que semanas después la joven barista viajó por primera vez en dos años a Colombia. Fue allá cuando recibió un llamado que le confirmaba que el premio del viaje a Nueva York era para ella.
“El viaje fue algo integral. No fui sólo a aprender de café, aprendí de cultura. Fue algo social, cognitivo, incluso hasta espiritual. Éramos diez baristas de distintos países. Saber que había una polaca, un italiano, un griego, etc., y yo era la única latinoamericana, me llenó de orgullo. Nadie más hablaba español. Imagínate, una colombiana representando a Chile, fue algo lindo”, recordó la barista.
El grupo recibió capacitaciones con el director de dell’Accademia Vergnano, Damian Burgess, más varios recorridos a Coffee Shops y tiendas especializadas, donde trabajan con esta prestigiosa marca italiana, una de las tostadoras más antiguas del mundo. Se abrió una gama de conocimientos para Josefa y los nueve baristas que llegaron a Nueva York, dispuestos a aprender. “Allá se maneja un solo ambiente de cafetería, la parte externa, construcción y decoración es muy similar. De estilo rústico, hay mucha madera para hacerlo más cálido, ya que es una ciudad fría la mayor parte del año. Lo que me encantó es que manejan bibliotecas dentro de los mismos cafés. Se escoge un libro, se lee, se marca donde se quedó, y se vuelve a leer luego de haber bebido un café. Nadie toma o se lleva el libro. Es muy interesante”.
Con respecto a la elaboración de la bebida, Josefa señaló que hay que tomarse más tiempo, dar prioridad a la cata de café y ser más cuidadoso con la molienda, una de las etapas más importantes de la preparación: “Si muelo debo probar, y la cata es la prueba de qué estoy haciendo. Que el sabor sea el adecuado, porque a veces, con la premura de atender a los clientes a tiempo, nos saltamos ese paso. Allá es un proceso más cuidadoso, y es lo que nos falta”.
La experiencia motivó tanto a Josefa, que hoy tiene planes en torno al café. “Nunca he estudiado barismo, pero después del viaje llegué con el chip cambiado: quiero profesionalizarme y hacer oficial lo que yo soy. En julio comenzaré a estudiar para seguir mejorando, y perfeccionar la molienda que a veces no tomamos en cuenta”.
Así, Best Barista sigue cumpliendo sus objetivos en cada país donde el torneo se realiza: ser un motor y una motivación para jóvenes talentos que día a día trabajan con Caffè Vergnano en distintas partes del mundo. En Chile la tarea está hecha, por ahora, hasta que en una nueva oportunidad este torneo premie a otro barista lleno de ganas y amor por el café.
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