EL DESAFIO DE INNOVAR

02 Noviembre 2016. Macarena Anrique Claudio Vera 2200 impresiones

El desafío de innovar Regresó a Chile después de tres años en México , y en ese lapso el bonaerense advirtió varios cambios en el país. Por ejemplo, la numerosa y variada oferta de moda, comida y bares, así como la presencia de chefs extranjeros o chilenos que han emergido principalmente en Santiago. Un escenario lleno de retos para un hotel que maneja conceptos únicos y vanguardistas, en función del ciudadano cosmopolita de hoy en día

“MI ESPOSA ES COLOMBIANA Y NUESTRAS DOS HIJAS SON CHILENAS, por lo que tengo especial relación con el país”, dice Juan Piñeyro , quien desde mayo de este año es gerente general de W Santiago Hotel . Su llegada se gestó a raíz de los diferentes movimientos que siempre surgen en la industria, pero él tenía un plus: después de varios años en Starwood había trabajado en el hotel, conocía el país, y el modelo de negocio de un hotel inmerso en una especie de condominio con diferentes actividades particulares y comerciales, exclusivo en Sudamérica . “Creo que es un concepto único que, a nivel de tendencia, va a seguir replicándose en muchos aspectos. Funciona bien en varios mercados porque agrega valor, tanto a los inversores como a los habitantes de otros rubros. Es muy interesante”, señala Piñeyro, a quien la marca W le gusta mucho: “en especial W Santiago, que es de los hoteles íconos de Sudamérica y Chile. El primer W que se abre en la región, lo que habla muy bien del país, porque la marca trata de establecerse en mercados estratégicos. Hay hoteles que no están en Sudamérica y sí en Chile, lo que también refleja cómo se ha crecido localmente a nivel hotelero, por la estabilidad económica que representa y que tiene. Eso hace que los inversores estén dispuestos a arriesgar o invertir en un modelo de negocio”.

FORTALECER

Los objetivos que tiene la nueva gerencia son varios. “Uno es ser líderes en el mercado en términos de lifestyle hotel. Somos eso y ofrecemos un concepto diferente a la hotelería tradicional”, dice el gerente, quien agrega que buscan reforzar sus diferencias, apuntando por ejemplo a la comunidad local, no sólo al viajero, también con la oferta de servicios y espacios, contemplando restaurantes y bares, incluso un night club, “por eso decimos que no somos sólo un hotel, somos un destino, donde te encuentras con diferentes ofertas dentro del complejo y del hotel, cosas que nos hace únicos. Ningún hotel en Santiago tiene la oferta que tenemos, y queremos seguir resaltando eso, posicionar la marca todavía más fuerte en Santiago”.

La preocupación por el wellness es una de las fórmulas: “la marca está haciendo un enfoque muy fuerte en el cuidado físico y emocional de las personas, por eso estaremos lanzando próximamente una serie de activaciones, como clases de yoga, y en la parte de alimentos y bebidas, jugos detox”, explica.

Y eso no es todo. A nivel de hotel se está trabajando en una serie de proyectos para ir haciendo algunas remodelaciones en varias áreas públicas. En el bar de la terraza del piso 21, por ejemplo, donde trabajan en un concepto único para Santiago, cuya inauguración se estima a principios del año que viene.

También resalta la propuesta de un almuerzo buffet de lunes a viernes, de valor accesible (alrededor de $15.000), con opciones de entrada, fondo y postre, más copa de vino.

El desafío de cambiar y evolucionar es constante. “Siempre hay algo que está pasando en el hotel. Un huésped llega a las seis de la tarde, y hay un desfile de moda o una fiesta, puede ir al bar, a una terraza y ve gente, ve movimiento. No es el clásico hotel donde se pide room service, o ‘nos cambiamos para ir a comer afuera’. Entonces, cuando nos posicionamos como destino, continuamente tenemos el reto de estar innovando y ser los líderes en el mercado. (…) Nos juntamos cada dos semanas, toda una tarde, para ver qué haremos con la idea de ser diferentes. Estamos continuamente creando cosas, buscando diferenciadores”, enfatiza el ejecutivo.

DIEZ PAÍSES

Juan Piñeyro, quien estudió hotelería en Argentina y Suiza , inició su vida laboral en el InterContinental Hotel&Resorts. Luego de siete años trabajando en diferentes destinos – Colombia, Estados Unidos, República Dominica y Jamaica, donde fue director regional de alimentos y bebidas para el Caribe –, surgió la posibilidad de unirse a Starwood y trasladarse a Cancún , haciéndose cargo nuevamente de alimentos y bebidas, esta vez en los hoteles The Westin y Sheraton .

Tras dos años, otra oportunidad lo hizo cambiar de país. Esta vez fue hasta Europa transferido a Le Méridien , un resort y spa junto a la playa, ubicado a 40 minutos de Barcelona . Estando en ese lugar, dos años después, nació la posibilidad de trabajar en San Cristóbal Tower, Luxury Collection Hotel, en Santiago, donde arribó en 2008. “Estuve casi dos años, y luego de eso me transfirieron a Hotel W Santiago como director de operaciones”, recuerda Piñeyro. En 2013 asumió como gerente general de The Westin Santa Fe, en Ciudad de México, hasta que en mayo de 2016 arribó nuevamente a Chile, una vez más a W Santiago, ahora como gerente general.

“Después de trabajar en culturas diferentes, uno se adapta a las tradiciones y formas de operar, a las necesidades de un hotel y su equipo”. Así lo siente Juan Piñeyro, por eso, más allá de tener un estilo de trabajo que imponer, para él lo importante es tener flexibilidad, entender la cultura del país donde se está, y en función de eso, ir evolucionando. Quienes lo conocen y trabajan cerca de él lo describen como alguien que tiene claras sus funciones, y está focalizado en ser un líder capaz de sacar partido al equipo que tiene. “Soy demandante, pero al mismo tiempo doy soporte y herramientas. Lo más importante para mí es la gente, y ser un facilitador para que logren su potencial y brinden lo mejor al cliente”, afirma.

Piñeyro tiene una conexión emocional particular con W Santiago: “Trabajando aquí nacieron mis dos hijas. Es un hotel que aprecio mucho. Para mí, además, es uno de los mejores de Sudamérica en términos de concepto, producto y servicio. Cuando regresé encontré un hotel con un gran equipo humano, con ganas de seguir liderando el mercado y posicionarse local y regionalmente, que es algo importante como compañía y marca”.

Durante los últimos meses se ha dedicado a evaluar cómo funciona el hotel, las diferentes situaciones que existen, y en base a eso ha ido haciendo ajustes para alinear situaciones y provocar cambios. “Lo hemos visto reflejado en el alza satisfactoria de nuestros índices de calidad, que era una de las cosas críticas”, dice.

junto con analizar el escenario, también hay que ir ajustándose a lo que pasa en el mercado”, explica el gerente de W Santiago, y agrega: “creo que sigue habiendo buena demanda, pero empieza a haber más oferta que lo que había antes, y eso puede complicar al sector hotelero. Entonces hay que ver cómo diferenciarse. Chile va a seguir creciendo, quizás no en los niveles que se pensaba, pero hay muy buenos augurios en la hotelería. Es un negocio a largo plazo. Y si el mundo se ha fijado en Chile, si se están abriendo nuevos hoteles, es porque se sigue pensando que en este país seguirán pasando cosas importantes, más allá de la contracción económica mundial”.