La Obra
Heladería artesanal de barrio en Curicó
• Luego de un inspirador viaje por Italia, Grecia y Croacia, dos jóvenes emprendedores de la gastronomía decidieron volcar su pasión por los helados para crear sabores auténticamente representativos de la región del Maule. Papayas de Lipimávida, avellanas curicanas y durazno lavanda son algunas de las más de cincuenta alternativas que rotan de acuerdo con la temporada y que en los últimos meses combinaron con waffles, tartas y postres con entrega a domicilio con el fin de sobrevivir a la fatal combinación de invierno y coronavirus
Utilizar materias primas de calidad, en su estado más puro y noble posible, frescas y naturales; con la manipulación justa y necesaria para absorber las propiedades organolépticas en su máximo grado de valor, es la filosofía detrás de este proyecto ubicado en el Strip Center Puerta Oriente de Curicó que comenzó como sanguchería y con el paso del tiempo mutó hasta convertirse en una atractiva heladería artesanal, en línea con la pasión de sus fundadores, Juan José Orueta y María Angélica Bravo, quienes se declaran amantes de los helados.
“Creemos que es el alimento del futuro, nutritivo y completo, equilibrado en su composición, y exquisito a la vez, con sus propiedades y características. Cada día podemos consumir un helado distinto. El helado nos genera felicidad y nos recuerda los momentos más felices de nuestra infancia. Cuando atiendo la barquillera y veo como nuestros clientes gozan probando y decidiendo su sabor, es un sentimiento realmente gratificante”, cuenta Juan José Orueta, cocinero profesional, docente y consultor egresado de Culinary con una vasta experiencia en proyectos gastronómicos nacionales y extranjeros.
En palabras del hoy maestro heladero, “antes vivíamos y trabajábamos en Santiago, siempre nuestro horizonte fue salir de la capital e irnos a realizar nuestros sueños, hacer familia, y desarrollarnos a otra ciudad, buscando una mejor calidad de vida en todo sentido. Cuando nació nuestra primera hija Clara, sabíamos que era el minuto de comenzar a materializar nuestra idea. Decidimos Curicó, porque María Angélica es nacida y criada allí. Yo soy de Rancagua y en gran parte queríamos estar cerca de nuestras familias. Así partimos diseñando la idea, estudiando el mercado, creando un concepto con identidad de barrio y el nombre, que es lo más complejo”.
En julio de 2016 inauguraron La Obra, denominada así “por la fusión de nuestros apellidos Orueta y Bravo y como todo comenzó con la venida de Clara, tiene ese significado de la unión familiar. También tiene mucho que ver con nuestra visión de la gastronomía, que para nosotros es un arte, y con el arte vienen las obras”, puntualiza el creador de innovadores sabores de helado artesanal con sentido local. Algunos de los más pedidos son avellana y pistacho, confeccionado en base a un blend de avellanas curicanas con pistachos europeos y ganache de chocolate; la reinterpretación de la torta helada de lúcuma, dulce de leche y merengue; o el cheesecake de frutos rojos a base de helado de mascarpone, decorado con galletas molidas y salsa artesanal de frutos rojos del Maule.
Otro imperdible es el sabor de crema, higos y nueces, cuyos ingredientes son cultivados en la huerta familiar para luego ser transformados en un dulce; y el helado de chocolate belga 70% cacao. También ofrecen alternativas sin lactosa, como el sorbet de papayas de Lipimávida, cosechadas en la costa del Maule y el helado de frutos rojos seleccionados por pequeños agricultores a pocos kilómetros del local, al igual que los damascos de temporada que luego son combinados con lavanda, entre otros refrescantes ensambles.
TAREAS PANDÉMICAS
Frente a las dificultades que implica el Covid-19 para el sector de la heladería artesanal y la gastronomía en general, en La Obra pensaron en productos complementarios para la heladería, como waffles, tartas y postres, además de permanentes promociones y nuevas alternativas de entrega a domicilio.
En este sentido, Juan José Orueta comparte tres interesantes reflexiones para hacer frente a la mayor crisis de la industria en el último tiempo. En primer lugar, el cofundador de esta heladería curicana insiste en la importancia de analizar internamente el negocio, para trabajar “en las debilidades que sabíamos que teníamos y no podíamos mejorar. Nunca habíamos tenido tanto tiempo para hacerlo. En el caso del mundo heladero, perfeccionar nuestras recetas y crear nuevos sabores y productos”.
Por ejemplo, en este emprendimiento maulino reenfocaron su producción a potes de helados para llevar, lo que conllevó la revisión de todas las recetas para perfeccionar el poder edulcorante o dulzor (POD) y poder anticongelante (PAC). Lo anterior, con el fin de mejorar el comportamiento del producto en ambientes diferentes a una vitrina profesional, como es el congelador de la casa de los consumidores.
Junto con lo anterior, Juan José hace un llamado a la especialización, ya que el estudio es fundamental para cualquier profesional de la gastronomía. “Volvamos a estudiar lo que no terminamos o lo que queríamos aprender. Que no tiene que ser precisamente más gelatería. Pueden ser otros temas, pero esto mantendrá nuestras cabezas en constante aprendizaje y nuestro cerebro fresco, sano y listo para seguir adelante”, explica.
Por último, para este maestro heladero los tiempos actuales también son una oportunidad para dar a conocer la marca e interactuar con los clientes, conocer sus preferencias y así poder proyectar el negocio en el tiempo: “Nuestros clientes nos están esperando, somos la industria de la felicidad. Los consumidores confían en nosotros, en nuestros productos, en nuestras acciones, en nuestros negocios, se lo debemos a ellos, no podemos caer, ¡tenemos que levantarnos todos juntos!”.
En esta misma línea, Orueta es enfático al señalar que lo importante es no bajar los brazos. “Tenemos la herramienta más difícil de conseguir a nuestro alcance y debemos aprovecharla: el recurso de una cocina con permisos, patente, equipamiento y capacidad de producción, por lo tanto, no podemos desperdiciar esto y debemos sacar provecho. Sé que la pérdida será muy alta este año, estamos trabajando para perder lo menos posible y el próximo año lucharemos por superar lo que pasó. Y que el mundo no se olvide de nosotros”, concluye no sin antes invitarnos a visitar su heladería para cuando pase la pandemia.
LA OBRA GASTRONOMÍA
- Camino a Zapallar 430, Curicó
- Strip Center Puerta Oriente, local 10 y 11
- Instagram: @laobra_gastronomia
- Facebook: @aobragastronomia
- Contacto: +56 75 231 8953
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