Cloud Computing:
El desafío de ganar flexibilidad sin perder seguridad
Transformar radicalmente los modelos de negocio, dotarlos de motores operativos ágiles y escalables, requiere de un soporte tecnológico como lo es Cloud Computing.
La ciberseguridad tendrá cada vez más protagonismo a la hora de diseñar nuestros modelos de negocio, entendiendo que es la barrera de defensa entre las amenazas tecnológicas externas y las empresas. Sin embargo lo importante es desarrollar la habilidad para encontrar el equilibrio entre flexibilidad a bajo costo que nos aporta el Cloud, y garantizar los principios básicos en la seguridad de la información: confidencialidad, integridad y disponibilidad.
La tecnología Cloud Computing, a través de los formatos XaaS (cualquier plataforma o software, o infraestructura como servicio), aporta ventajas que permiten equiparar en soportes tecnológicos a las empresas sin importar su tamaño, centrando la competitividad y diferenciación en la propuesta de valor de sus modelos de negocio.
Con Cloud Computing se accede a variedad, tipos y calidades diferentes de soluciones de software, y hasta contratar licencias por tiempo limitado si se desea. Otra ventaja relevante que aporta, es todo el soporte en infraestructura para almacenar archivos. Ya no es necesario tener un servidor local y cubrir necesidades de seguridad, climatización, espacio, consumo energético, etc. Todo esto está disponible y es alcanzable a costo muy menor.
Se gana movilidad al tener disponible toda la información a través de cualquier dispositivo conectado a la web. Así, aunque un empleado esté fuera de la oficina, puede acceder a los documentos y trabajar con ellos en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Se otorga flexibilidad al negocio al adquirir soluciones de software que viven en el Cloud. Es posible añadir o eliminar licencias en el tiempo que se tarda en dar de alta un usuario y asignarle una contraseña. Lo mismo sucede con la implantación inicial de la solución. La actualización es permanente, porque los sistemas instalados en la nube siempre están disponibles en su última versión. El mismo proveedor las actualiza sin molestar al usuario final.
La tecnología Cloud Computing siempre está disponible, dado que todos los componentes de los sistemas se diseñan para ser altamente redundantes. De esta manera, en caso de producirse un fallo en alguno de los componentes, los servicios de la plataforma siguen funcionando sin consecuencias para el usuario.
Sin duda todo lo mencionado es ventajoso, y a esto se suma que la seguridad del Cloud también otorga beneficios adicionales. Por ejemplo la seguridad física es relevante. La mayoría de los centros de datos de los grandes proveedores disponen de medidas de seguridad muy avanzadas, que no suelen estar al alcance de empresas de tamaño pequeño y mediano: controles de acceso, generadores eléctricos, equipos de refrigeración para mantener la temperatura adecuada, etc. Con Cloud Computing es posible acceder a toda esa infraestructura física a muy bajo costo.
La confidencialidad y seguridad de los datos es otro beneficio que aporta Cloud Computing. Aunque el usuario no se pronuncie al respecto, los datos que van a ser almacenados en la nube se cifran por defecto con SSL o TLS. Y si se desea, se pueden escoger medidas adicionales de seguridad.
Para las empresas, la seguridad de la información es clave. Ante una situación imprevista que pudiera suponer algún tipo de pérdida material para la organización (incendio, rotura de cañerías, robos, etc.), siempre será posible reponer equipos, maquinarias o materia prima, aunque imposible recuperar la información almacenada en archivadores físicos o en equipos en las propias instalaciones. Sin estos datos, es muy difícil que la empresa pueda seguir operando. En Cloud Computing la información siempre está.
Es innegable que algunos contenidos permanecerán en las empresas, y unas organizaciones serán más rápidas que otras en adoptar esta tecnología, pero la tendencia es clara y va en ese sentido. Construir modelos de negocio basados en Cloud Computing será diferenciador, incluso determinante en la supervivencia.
Las estadísticas indican que para el 2025, los objetos y empresas conectadas a la nube serán más del 300% de lo que hoy está conectado. Esto es del orden de 75 mil millones, entre automóviles, centrales nucleares y eléctricas, transportes públicos, fábricas, etc.
Estos números, la globalización creciente y casos de éxito como Netflix, Amazon, Uber, Alibaba y miles de startups, quienes lograron flexibilidad, agilidad y escalabilidad de sus modelos de negocio gracias a Cloud Computing, nos deben permitir considerar, “como tremendamente acertado y económico”, llevar todo el modelo negocio a la nube y entender que la seguridad de la información siempre será importante, pero no limitante para innovar y evolucionar.
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