La mujer y la hotelería
Por años el rubro hotelero ha sido dirigido por hombres, algo que suele ser un poco contradictorio, si vemos que las estadísticas indican que el porcentaje de mujeres que trabajan en la industria es mayor al de los hombres, las mujeres solían ocupar cargos de menor responsabilidad y muy pocas lograban llegar a puestos de alta dirección o gerenciales, esto muchas veces por la dificultad de compaginar la vida familiar con la laboral, sobre todo en este rubro que es muy exigente en términos de horarios y dedicación, pero esta tendencia ha ido cambiando a lo largo del tiempo y vemos que hoy cada vez se suman más mujeres a puestos directivos.
La mujer no solo es capaz de impregnar un sello de calidez a la hora de operar un hotel, sino que también lo hace con la misma rigurosidad con que lidera su propio hogar, donde la preocupación por la decoración y belleza de los espacios, el cuidado e higiene, la comida adecuada y la optimización de recursos hace que seamos capaces de abarcar todas las áreas, no solo para entregar un servicio de calidad, sino que para liderar equipos de alta exigencia.
En mi experiencia por el mundo de la hotelería, tuve la posibilidad de aprender las diferentes funciones dentro de un hotel, en mis comienzos como recepcionista donde se es la primera cara visible y fundamental al momento de recibir a un huésped, uno entiende lo vital de esta función, no solo debes ser amable, sino que además debes ser resolutivo, empático donde muchas veces el huésped llega cansado de un largo trayecto o ha perdido su equipaje o viene a su luna de miel o a una importante reunión de negocios, un sinfín de posibilidades que van acompañadas de una infinidad de emociones, ante las cuales la primera recepción es clave.
El área de housekeeping, el trabajo contra reloj para tener las habitaciones listas y donde no se permiten errores, ya que esta labor refleja algo tan sensible como la higiene del lugar, un espacio 100% femenino donde somos capaces de mostrar delicadeza y cuidado.
Área comercial y marketing donde sale a relucir nuestro lado ejecutivo y eficiente al momento de vender el hotel también un espacio donde en su mayoría suelen ser mujeres.
Restaurant donde hoy también nos encontramos cada vez con más chef mujeres, mundo antes exclusivo de hombres y donde la mujer tenía un rol secundario, hoy la tendencia apunta a que no es solo una moda la alta cocina, sino que la mujer también puede ser protagonista y en el caso de hotelería dicha cocina debe estar alineada con la identidad del lugar y con el entorno donde se encuentra.
El área de servicios terrestres (excursiones y traslados) donde ya no solo eres un hotel, sino además un producto que ofrece una experiencia fuera de sus dependencias, donde se incorporan diferentes actores como choferes y guías, donde estos últimos deben ser capaces de retransmitir la cultura del lugar, entregándole al huésped una historia para recordar, acá también encontramos mujeres jóvenes que aman la naturaleza y cultura.
Sin olvidar el área de eventos, spa, entretenimiento etc. donde en cada una de ellas vemos a las mujeres cumplir un rol relevante.
En resumen, la hotelería es y será siempre un espacio para las mujeres, donde poder desarrollar distintas capacidades y entregar esa visión multifacética de ejecución, donde estamos preparadas para asumir mayores responsabilidades y manejarlas con resiliencia ante la adversidad, no olvidemos que es un rubro dinámico, donde todos los días suceden cosas y que cada vez se hace más exigente ante un visitante que no solo busca confort, sino también una experiencia única.
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