Unidad del sector gastronómico
El mes de la Cocina Chilena que se celebró durante abril, no sólo fue una instancia para relevar el valor inmaterial y patrimonial de la gastronomía nacional y lanzar la marca “Chile Te Quiero Comer” como sello distintivo del país, con el objetivo de impulsar la oferta culinaria y también el turismo, sino que además fue una instancia para unir a los distintos actores público-privados en torno a esta importante actividad.
Diversas actividades desplegadas en este período sirvieron para visibilizar una industria que adquiere cada vez más trascendencia, pero que al mismo tiempo deja un desafío importante de acrecentar los vínculos entre los diversos actores del rubro a lo largo del territorio nacional.
Es cierto que se trata de un sector muy atomizado, por la gran cantidad de entidades que forman parte del mismo, en su gran mayoría micro y pequeñas empresas que de forma individual desarrollan sus negocios y entregan servicios gastronómicos en los múltiples rincones de Chile, que o no están agrupados en torno a una asociación local, o si lo están, no tienen mayor conexión con otras organizaciones del país, lo que muchas veces diluye los esfuerzos por desplegar iniciativas de mayor alcance para fortalecer la gastronomía.
Es cierto que las localidades tienen realidades y desafíos distintos, pero existen puntos en común en los que se puede trabajar de forma mancomunada en torno a determinados objetivos que nos lleven a vestir de traje largo a la gastronomía nacional y nos permitan ser aún más competitivos y reconocidos a nivel nacional e internacional.
Por una parte es positivo que se dé esa descentralización de la actividad y que en las distintas regiones se promuevan esfuerzos locales por impulsar su propia gastronomía como sello identitario, pero es clave que en aspectos centrales pueda existir una mirada conjunta de mediano y largo plazo que nos lleven a cumplir la tarea de consolidar la gastronomía nacional y su riqueza en un activo para Chile, que genera valor, que innova y que ofrece más y mejores oportunidades laborales para los chilenos.
Para esto es clave la alianza entre los actores públicos y privados, porque el desarrollo de esta actividad depende de que se concreten políticas públicas y acciones tendientes a facilitar su crecimiento y consolidación. En Achiga estamos disponibles para liderar un proceso de estas características, donde se incorporen múltiples instituciones y actores del rubro, en un trabajo coordinado y planificado que nos lleve a dar un salto sustantivo en la diversidad, calidad y oferta de la gastronomía en Chile.
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