LA FONTANNA DE AMALIA
La Fontanna de Amalia
HELADOS DE TRADICIÓN ARIQUEÑA DESEMBARCAN EN SANTIAGO
• TUMBO, GUAYABA, LIMÓN DE PICA, MARACUYÁ Y MANGO CON LECHE, ADEMÁS DE OPCIONES TÍPICAS CHILENAS, COMO LA MALTA CON HUEVO Y EL TURRÓN DE VINO, SON ALGUNOS SABORES CON QUE LA FONTANNA DE AMALIA ESTÁ SORPRENDIENDO A LOS SANTIAGUINOS EN SU NUEVO LOCAL DE VITACURA. ¿EL SECRETO DE SU ÉXITO? PASIÓN POR EL OFICIO, ABUNDANTES FRUTAS FRESCAS TRAÍDAS POR AVIÓN DESDE EL ALTIPLANO, Y LAS MISMAS RECETAS QUE EN 1982 AMALIA PANIAGUA COMENZÓ ELABORANDO HELADOS EN ARICA.
HELADOS ARTESANALES CON TODO EL SABOR DEL NORTE, de sabores clásicos, frutales y sin azúcar, además de una rica carta de cafetería y preparaciones dulces, es lo que ofrece la primera sucursal en Santiago de las reconocidas heladerías ariqueñas La Fontana – en Arica se escribe con una “n”, en Santiago con dos –, con más de 37 años de historia en la puerta norte de nuestro país. “Agregamos el nombre de mi madre Amalia Paniagua, como un homenaje a quien comenzó con todo esto”, explica Kenny Corrales, hijo de Amalia, heredero junto a sus hermanos de la tradición heladera familiar.
Maracuyá, limón, plátano con leche, manjar y tumbo, son algunos de los más de diez sabores disponibles de tallas artesanales, palabra de origen aymara que significa “helado”
Hoy es la tercera generación que continúa con el legado. Luego de ejercer algunos años como kinesióloga en la capital, su hija Gabriela le propuso instalar una sucursal en Santiago. Antes de recibir el sí definitivo, debió viajar a Arica y trabajar 40 días en la fábrica para conocer en detalle cada una de las tareas asociadas al funcionamiento de la heladería, desde el pelado y lavado de la fruta, que todos los días llega desde el interior del valle, hasta la administración del negocio.
Le gustó tanto, cuenta Gabriela, que no hubo vuelta atrás, y luego de analizar cinco comunas donde instalarse e importar la maquinaria desde Italia, el pasado 9 de noviembre dieron el vamos oficial a La Fontanna de Amalia, en Gerónimo de Alderete 1611, Vitacura. “Fue una linda coincidencia, nos atrasamos un poco y terminamos inaugurando el mismo día del aniversario número 37 de La Fontana en Arica”, cuenta Kenny, quien junto a su hija comanda esta verdadera embajada de los sabores del norte.
Además de su amplio mix de helados artesanales, elaborados diariamente a la vista del consumidor, también cuentan con opciones de cafetería y pastelería, disponibles para disfrutar en su cómoda terraza y próximamente en su jardín lateral y patio interior, que esperan inaugurar el primer semestre de este año. Entre las opciones de la carta, Kenny y Gabriela destacan el café italiano Lucaffé en diferentes presentaciones, variedad de tés e infusiones Althaus Cyprus, milkshakes ($3.900) y café helado ($4.000), y más de diez sabores de talla artesanal ($600), un popular helado de palito típico del norte, cuyo nombre hace referencia a la palabra con que los aymaras denominaban a este refrescante alimento.
Hay de bocado, coco, chocolate, café, frutilla, lúcuma y plátano con leche, mientras que limón, piña, frambuesa, tumbo, menta y naranja, son algunos sabores disponibles en versión al agua. Estos últimos totalmente veganos y sin lactosa. “Quienes son del norte los ven y no lo pueden creer, es como volver a su tierra”, dice orgulloso Kenny. “En el último tiempo, aquí en Santiago, se ha masificado mucho el helado en paletas, pero las nuestras son diferentes, tanto en formato como en sabor. Son idénticas a como las preparaba mi madre desde los ‘80, con la misma receta que las hizo famosas en las playas de Arica y el interior del valle, sólo que hoy las fabricamos acá, diariamente, de forma artesanal y totalmente a la vista de los clientes”.
HELADOS CON SELLO ARIQUEÑO
En las vitrinas de esta nueva heladería de Vitacura es posible encontrar el auténtico helado artesanal de tradición nortina, elaborado en fabricadoras verticales con abundantes frutas de la zona que todas las semanas viajan por avión hasta Santiago, exclusivamente para el local. Esto les permite ofrecer sabores inéditos para la capital, como es el caso del sorbet de tumbo, un pequeño fruto de sabor agridulce y aroma agradable, bajo en calorías, rico en vitaminas y minerales, que sólo se cultiva en el altiplano.
“Muchos se sorprenden al probarlo, otros se emocionan y se conectan con su tierra. Por eso hacemos el esfuerzo y todas las semanas traemos nuestras propias frutas desde el norte: mango, limón de pica, guayaba, maracuyá y tumbo, por nombrar algunas. Sólo así aseguramos la calidad y la frescura necesaria para elaborar nuestros helados, con las mismas recetas y frutas con que trabajamos en Arica”, explica Kenny sobre los sabores nortinos convertidos en helado que se suman a recetas tradicionales chilenas, como malta con huevo, turrón de vino, cocho, cola de mono y manjar con nueces, entre otras.
Más de 24 opciones se pueden encontrar diariamente en La Fontanna de Amalia, todos elaborados en el día, disponibles también para restaurantes y clientes del canal Horeca. No son pocos los chefs que se han acercado a preguntar para sumar los helados a las cartas de sus restaurantes, algo que a Kenny y Gabriela los llena de orgullo. “En Santiago hay muy buena gastronomía, y ofrecer un helado con sabores típicos ayuda a realzar la experiencia, más aún si es elaborado con el método artesanal tradicional y frutas frescas del norte, sin pulpas ni semielaborados”, dice Kenny.
La misma dedicación está presente en helados clásicos, como pasas al ron y canela, cuya preparación obliga a respetar ciertos pasos previos para lograr el sabor deseado. En el caso de la canela, realizar una correcta infusión de las ramas junto al agua y el azúcar permite obtener un helado refrescante, de color suave y con la dosis justa de sabor, algo similar a lo que ocurre con la maceración prolongada de las pasas al ron.
Conscientes de las tendencias del mercado, en La Fontanna de Amalia también han incorporado helados sin azúcar añadida, los que van rotando de acuerdo a la inspiración del heladero y frutas disponibles en la temporada. Sorbet de frutos rojos, preparado con arándanos, frutillas, moras y frambuesas frescas; yogurt griego y selva negra, son algunos de los sabores sin azúcar que han tenido gran aceptación por parte de los clientes.
Otro sabor emblemático es el de bocado, que también es preparado a la vista del consumidor, empleando la receta original a base de yemas de huevo, caramelo, leche, crema y azúcar. “Somos una heladería clásica, y como tal no podemos no tener un buen helado de bocado”, explica Gabriela, encargada del local en Santiago y parte de la tercera generación de heladeros de la familia, sobre este producto que es parte fundamental del éxito de su café helado ($4.000), servido en una alta copa de vidrio, junto a dos shot de Lucaffé y abundante crema.
Esa es, precisamente, la magia de la heladería artesanal que Gabriela y Kenny buscan transmitir a sus clientes. La conexión entre la tradición y los recuerdos, en un moderno local equipado con tecnología de punta y cómodas instalaciones, son parte de la fórmula de éxito de un helado con 37 años de historia que respeta el origen de sus materias primas, que realza su carácter auténtico para conquistar nuevos paladares, ahora en el corazón de Vitacura.
La Fontanna de Amalia
- Gerónimo de Alderete 1611, Vitacura
- Teléfonos: (+56-9) 7212 2079 - 2 2455 8692
- Abierto todos los días, de 11.00 a 20.00 hrs.
- Instagram: @fontanna_amalia
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