Efectos del Covid-19 en la hotelería y restauración
• El destacado analista de hoteles y tendencias turísticas Fernando Gallardo abordó algunas de las lecciones que dejará el coronavirus a la industria de la hospitalidad. Digitalización, endeudamiento y cambios en la conducta de los usuarios son algunos de los desafíos que los distintos actores del mercado deberán enfrentar para sobrellevar la crisis.
Las devastadoras consecuencias del Covid-19 en la economía mundial ya están repercutiendo en la operación de miles de hoteles alrededor del mundo, y sus efectos se prolongarán por largo tiempo. Se trata de un escenario inédito sólo equiparable a la II guerra mundial, según explicó el conferencista Fernando Gallardo en un webinar con empresarios de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada.
“La hotelería está obligada a reinventarse”, sentencia el experto, quien aconseja empezar a trabajar con urgencia en la flexibilización y modulación de los espacios gastronómicos y de servicio. “La barra de los bares y restaurantes a corto y mediano plazo pueden desaparecer como las conocemos”, explica Gallardo, al mismo tiempo que asegura que sólo el paso del tiempo ayudará a que recuperen su dinámica original.
En la práctica, esto se traducirá en que los restaurantes deberán contratar salas más cercanas para tener más capacidad, ya que los aforos se verán mermados, repercutiendo directamente en un encarecimiento de los precios.
En el aspecto económico, el conferencista asegura que empresas deben endeudarse para cambiar el modelo, con el fin de reinventarse en miras a la especialización. En este sentido, añade el experto, es perentorio velar por la liquidez de tesorería en las empresas, ya que su planificación es fundamental para asegurar la sobrevivencia.
Por otro lado, las empresas tendrán que fusionarse, buscar colaboración e innovar para ofrecer experiencias virtuales. “Se requiere máxima flexibilidad en el mundo laboral, el teletrabajo es una imposición y por lo tanto se impondrán las relaciones mercantiles en lugar de las laborales”, puntualiza Gallardo.
IMPACTOS EN EL TURISMO
En palabras del profesional, esta crisis acelerará la transformación digital de las empresas, por lo que aquellas que continúen trabajando bajo una dimensión analógica “tienen los días contados”. La intermediación cobrará cada día más importancia, por lo que las OTAS (Agencias de viaje en línea) saldrán potenciadas, al tener un mayor conocimiento del mercado. En efecto, añade Gallardo, “las agencias de viaje tendrán que especializarse y ofrecer programas experienciales para poder competir”.
En el escenario actual, se estima que el turismo será más individual. Por ende, es necesaria y perentoria la restitución de la confianza en la ciudadanía, donde el pánico abunda; cobrando especial importancia la potenciación de los CRM o modelos de administración basada en la relación con los clientes para lograr su fidelización.
Respecto a la recuperación del sector MICE o turismo de negocios, Gallardo estima que recién se concretará en 2021, al igual que en la industria de los cruceros. El segmento del alojamiento verá mermada su capacidad en torno al 1/3 por la necesidad de ofrecer garantías a los clientes, “La eliminación de las recepciones es una cuestión que caerá por su propio peso, ya que hay que digitalizarlas”, concluyó el profesional.
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