Con una larga lista de beneficios, esta especia llega a alcanzar los cuatro metros de altura en su estado original. Fue utilizada por primera vez en el año 700 en India. Habita por lo general en selvas tropicales, y se importó a Europa 500 años después.

Muy útil para preparar arroces, salsas, sopas, e incluso para el té. También es muy utilizado culinariamente, sobre todo en la India, donde se le agrega al arroz y a los currys. Los turcos, por otro lado, lo utilizan en el café, mientras en el medio oriente lo utilizan para las famosas mezclas de especias llamadas Ras el Hanout y el Baharat.

Asimismo, sus usos medicinales son variados, tanto que en la antigüedad se consumía para regular la digestión y combatir el mal aliento. La medicina natural lo receta para estimular el apetito, ayudar a calmar cólicos, combatir la artritis e incluso para adelgazar.

Y, como luego de todo esto, resulta tan indispensable para nuestra despensa, ahora incluso lo podemos encontrar en el supermercado, molido y en formato de frasco para poder acompañar cualquier preparación.

“Es una especia que aporta a las comidas toques cítricos, cálidos y florales. Es típicamente usada en las recetas de comida india y también en preparaciones de repostería. Su consumo ha ido en aumento en los últimos años, ya que es un descubrimiento gastronómico que ha calzado perfecto con el paladar de los chilenos, que cada vez se atreven más a probar sabores nuevos” cuenta Joanna Furman, subgerente de Marketing de Gourmet, única marca que ofrece el Cardamomo en los supermercados del país.

Finalmente, si no se quiere incluir en alguna receta, se puede preparar un brebaje de cardamomo como un tratamiento alternativo. Éste se puede hacer hirviendo una taza de agua y luego agregándole una cucharadita de cardamomo molido; dejar reposar durante quince minutos y ¡servir!