Peyo comenzó a fines de 1974 fruto de la coyuntura política del país y una inmensa capacidad emprendedora de Carlos Hahn C (Peyo), quien junto a su esposa Carmen Julia, empezó atendiendo en casa a amigos que disfrutaban de su amor por la cocina y el canto. “Además de preparar los alimentos, animábamos el encuentro con guitarra en mano, entonando folcklore chileno y latinoamericano”, comentó Olguer Inostroza, dueño de Don Peyo Restaurante.

“Lo cercano del modelo con una rica mezcla de identidad cultural, acervo chileno y calidez humana, dio paso a un crecimiento progresivo e inorgánico en el tiempo que llevó a Peyo, Don Peyo, La Picá de Peyo a ser una picada que – desde fines de los setenta – era visitada por más de 30 mil personas mensualmente”, recordó y añadió “el carácter republicano innegable, dar al amigo de la casa el rol central en la cadena de servicio, cuidar celosamente nuestra cultura gastronómica nacional. Además, de la elección de materias, la incorporación constante de tecnología de punta en nuestros procesos de producción junto a la incorporación de un equipo humano al amparo de lo anterior, explican con facilidad por qué hasta el día de hoy Peyo es un destino preferido por miles de chilenos cada año”. Cabe destacar que el restaurante fue distinguido en 2009 como Patrimonio Gastronómico Cultural de Chile por Paulina Urrutia, ex directora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (actual Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Cultura).

“Somos un rubro que comparte la vida día a día con 350.000 colaboradores y con otros 700.000 indirectamente, pequeños agricultores, pescadores artesanales y otros emprendedores a lo largo de Chile. Un órgano vital y vivo del país, que necesita la concurrencia del Estado para salir del marasmo en que nos encontramos. No se come tortillas sin quebrar huevos” recalcó el empresario “mantener empleos y reactivar la economía es bastante más que solo un discurso. Hemos puesto a disposición de las autoridades nuestras cocinas para hacer lo que mejor sabemos, ir a cocinar a los grupos más vulnerables. Chile antes de la pandemia ya tenía 500.000 personas en situación de hambre y la estimación de la Cepal es que ese número llegara a un millón muy pronto”.

“Dependerá de todos los chilenos salir adelante para superar esta pandemia como sus posteriores consecuencias económicas y sociales, con medidas tempranas y multisectoriales. El Gobierno no necesita ser experto en todas las áreas, hay que ser más humilde y acompañarse en forma multidimensional. Sin duda nuestro gremio es parte de la solución, para ello debemos dejar de ser parte del problema”, concretó su visión de la actualidad Olguer Inostroza. 

El dueño de Don Peyo destacó también que todos los cambios son óptimos para modernizarse y también para la capacitación “la formación profesional es una de las palancas de desarrollo más importantes para el avance de nuestra industria. En nuestro caso hemos permanecido ligados a la Escuela de Gastronomía de la UDLA, con quiénes interactuamos permanentemente, en la realización de prácticas, investigaciones de productos etc.”.

En esa línea, en Peyo han apostado por el Delivery, comenzando desde cero y aprendiendo sobre la marcha de los errores y aciertos que han ido comentinedo, lo que les ha permitido mantener cierto nivel de actividad y al mismo tiempo garantizar el empleo del equipo más imprescindible. “Somos una familia y todos hemos entnedido la necesidad de adaptarnos a las circunstancias y hacer sacrificios para mantener la operación a flote.”

ADAPTACIÓN DE LOS PROCESOS A LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS

Consultado sobre cómo ha sido el proceso de adaptación a las nuevas necesidades con el delivery, Olguer nos comenta que siempre han apostado por la actualización permanente de sus politicas de tratamiento de los alimentos, cuidado en la producción e higiene de todos los utensilios, de hecho, justo antes de la crisis sanitaria estaban abordando la modernización de la zona de lavado, que habían confiado a la empresa alemana Winterhalter que tiene presencia directa en Chile. Así, nos indicó “la empresa alemana Winterhalter vino a reforzar el trabajo, incorporando en nuestros procesos equipos para lavado de menaje de utensilios de última generación. Estos son amistosos con el medio ambiente (se usan solo 2 litros de agua por ciclo de lavado) y además garantizan una higiene que puede dejar 100% libre de Covid 19 de todo lo que entra al proceso. Nos llena de orgullo que una empresa como Whinterhalter haya confiado sus modernos equipos de lavavajillas a Don Peyo, valorando lo que representa este restaurante cultural y gastronómicamente para el país”. Agregando que en comparación ha echado de menos desde que se inició la pandemia de Covid 19, medidas concretas que vayan en ayuda de la industria por parte de la banca y el Estado. “Esta empresa, ha actuado como un verdadero socio del negocio, un partner, suspendiendo sus contratos de arriendo de máquinas y cambiando las máquinas que teníamos para lavar vajilla y cristalería por un modelo lavautensilios que es lo que ahora necesitamos con el delivery.”

A su vez la empresa Whiterhalter entregó de manos de su gerente general José María Bengoa, el Sello de Higiene Garantizada a Don Peyo restaurante, por la aplicación de los correctos protocolos en el uso del equipo de lavavajillas y químicos, para lograr la efectiva higienización de la vajilla y utensilios que se usan en los procesos para la alimentación.  De esta forma el reconocido restaurante y picada Don Peyo, se prepara para la apertura a sus clientes con todos los protocolos de higiene para la atención, gracias a la incorporación del equipamiento adecuado en la cocina y de la capacitación de su servicio en el restaurante.