BRISTOL
La sazón chilena que cautiva en Bristol
• Productos de todo el país, trabajo directo con productores artesanales y la inconfundible mano del chef Axel Manríquez, son algunas de las características que transforman a este restaurant en un referente de la comida chilena de vanguardia. Actualmente el lugar presenta renovadas cenas gastronómicas de distintos tiempos y temáticos buffet a la hora de almuerzo, que potencian la nueva temporada en Hotel Plaza San Francisco
LA COCINA DE ESTE RESTAURANT TIENE UN ESTILO RECONOCIDO EN EL AMBIENTE GASTRONÓMICO NACIONAL. Se trata de la propuesta de un hotel cinco estrellas que busca mostrar a turistas y clientes nacionales que nuestros productos son de primer nivel, que se pueden transformar para ser parte de una gran experiencia culinaria.
El chef ejecutivo de Hotel Plaza San Francisco es Axel Manríquez, y su sello, cocinar con productos chilenos de norte a sur, un trabajo intenso de la mano de pequeños agricultores que entregan elementos únicos y enriquecidos, para ser preparados en la cocina de este elegante hotel.
De esta forma Bristol ofrece una gran variedad de alternativas, que logran que el comensal viaje a través del paladar por los rincones más sabrosos de nuestro país. “La identidad de nuestro concepto lo damos a través de las materias primas y condimentos que, de cierta forma, nos dan el ADN de Chile. Tenemos sofritos, oréganos, ají color, comino, ahumados, que hacemos en nuestra propia cocina con maderas de primera calidad, y el sabor que entregamos representa la gastronomía del país en toda su extensión. Van variando las recetas, pero el auténtico sabor nacional siempre lo encuentras”, explica Manríquez.
UN VIAJE DE CINCO TIEMPOS
Como parte de la nueva oferta, Restaurant Bristol acaba de lanzar dos propuestas de cenas gastronómicas para disfrutar. Una de ellas es Menú de Lujo, una alternativa de cinco tiempos, con la cual el chef quiso transmitir una experiencia sofisticada con sabores absolutamente locales: “Es una recomendación completa, donde el comensal puede sentir la esencia de nuestros productos, sabores de distintas regiones y zonas que están representadas con sus productos y preparaciones. Nos preocupamos de escoger detalladamente cada receta y complementar con cada tiempo, un maridaje que hace de la experiencia un momento inolvidable”.
Para comenzar la noche, el menú ofrece cortesías de la casa: pan recién horneado y mantequilla, con champiñón perfumado en trufa, junto a un caviar casero de berenjenas para untar. Continúa con una elegante copa de espumante Gemma, para dar paso a un original appetizer, Capuccino de picorocos, que se toma tibio – tal como un café –, acompañado de milcao y salsa verde, papas que, según Manríquez, es de un sabor que lo transporta a su infancia.
La entrada consiste en Centolla magallánica, con salsa de crustáceos, servida sobre un timbal de papa. Un plato elegante, fresco, suave, elaborado especialmente para cautivar el paladar de los extranjeros y seducir al comensal local.
“El primer fondo lleva a Chiloé”, dice Manríquez. Se trata de un Cancato de róbalo, servido con queso mantecoso, pil pil de camarones, manzana y tomate, acompañado de verduricán con habas a la oliva. Un pil pil diferente y una versión gourmet del clásico tomaticán, que acompaña al róbalo tanto con el sabor como en el color.
El segundo fondo busca evocar el sur de Chile, esta vez la zona de Parral. Es Chuleta de cordero asada con harina tostada y salsa de vino carménère, junto a un estofado de mote con murta, que juega con el cordero y reemplaza a la clásica salsa agridulce.
El broche de oro llega con el postre, un delicioso Domo de chocolate negro (63% cacao), con centro líquido de naranja y papel de oro de 24 quilates. Sin duda un postre de lujo, que cierra de forma perfecta cualquier velada. “Este menú está ligado a los sabores chilenos, a mi esencia y formación familiar. Mi gran foco siempre ha sido Chile, y con la cocina busco rescatar sabores que están en la memoria y alma de cada uno, que rememoran la infancia, las vacaciones, entre otros recuerdos”, explica el chef, quien hace 29 años trabaja en este hotel, considerado un ícono en Santiago.
Todos los tiempos del menú de lujo son maridados con un vino especial para no dejar nada al azar. El postre se vuelve aún más interesante al ser acompañado por una copa de ron Zacapa 23, el mismo que por cinco años consecutivos ha sido galardonado como el Mejor Ron del Mundo. Dulce y delicado, también hace las veces de bajativo.
LA OPCIÓN PARA ENAMORADOS Y MÁS…
Además de la propuesta de cinco tiempos, en Restaurant Bristol se puede reservar una alternativa abreviada, pero igual de intensa y sabrosa. Se trata del Menú Romántico, de tres tiempos, igualmente enfocado a los sabores chilenos.
La entrada es un Tártaro de salmón, perfumado al pisco, y carpaccio de róbalo con salsa de ostras.
Para el fondo el comensal puede escoger entre un Lomo de ternero con mantequilla de champiñones, acompañado de chancao de papas con rúcula y tomate semi deshidratado; o Filete de merluza austral, dorado en aceite de oliva extra virgen, acompañado con risotto de erizos y bouquet de algas al cilantro.
La cena culmina con un original Lingote de betarraga, con helado de mascarpone y confitura de tomate verde y frutos secos, un cierre absolutamente arriesgado, pero certero, con el dulzor, frescura y equilibrio exacto para una cena del más alto nivel gastronómico.
Ambos menús, que deben ser reservados con anterioridad en el restaurant tienen un precio fijo que incluye maridaje, y todos los detalles para cada experiencia.
Para el almuerzo también hay novedades. Su clásico buffet se ha renovado, destacando estaciones especiales para ciertas regiones del país que varían distintas semanas cada mes. Por ejemplo el norte grande, norte chico, zona central, VIII y IX región, para continuar viaje con recetas especiales de cada lugar. “Para la zona norte, entre otras cosas, hicimos pejerreyes al dedo, queso de mono, queso de cabra o cabrito. En la zona central, pastelera con pescado, pasta con pollo arvejado, desmenuzado con salsa de tomate. Para el sur chivito, paila marina, merluza austral y mucho más. Lo que busco es llegar al corazón del comensal y agradecer el esfuerzo de cada productor y agricultor, quienes trabajan intensamente para poner estos productos en nuestra mesa”, indica Manríquez.
Esto es parte de las nuevas ofertas que entrega Bristol, un restaurant ubicado en pleno centro de Santiago, en el corazón del casco histórico de la ciudad. Ahí se vive una experiencia gastronómica sin igual, donde la historia y la cultura se unen para deleite de los comensales.
Restaurant Bristol
- Hotel Plaza San Francisco
- Av. Libertador Bernardo O’Higgins 816
- Reservas: (+56-2) 2360 4454
- contactenos@plazasanfrancisco.cl
- www.bristol.cl
- www.plazasanfrancisco.cl
- Etiquetas: Chef - Hotelería - Restaurante