La responsabilidad: La mejor herramienta de sanitización en un Hotel.
Estamos cada vez más cerca del retorno a las operaciones de las cadenas hoteleras en el mundo y mucho se está hablando sobre este tema.
Estamos cada vez más cerca del retorno a las operaciones de las cadenas hoteleras en el mundo y mucho se está hablando sobre este tema. He leído las medidas que los hoteles están tomando para poder garantizar que nuestros clientes se sientan lo más seguro físicamente en las instalaciones y frente a este desafío muchas empresa y destinos se quieren proclamar libres de COVID-19.
Quizás lo que comente en ese podcast sea controversial, sin embargo, considero que debo de decirlo: solo podemos garantizar un escenario, sea el cual fuese, libre de COVID-19 cuando no exista ni una sola persona portadora del virus capaz de transmitirla a otro ser humano.
Una vez más se destaca que el activo crucial de un hotel no es el producto o su servicio asociado, sino el trabajador quien entrega ese producto o servicio a quien lo recibe: el cliente y en este nuevo escenario vuelve el trabajador a ser el actor principal, pues es el ser humano el portador y contaminador por excelencias de este virus.
Aun cuando todas las medidas de sanitización que los hoteles están tomando con respecto a su productos y servicios asociados son las más adecuadas, no pueden perder de vista una de las medidas que considero fundamental a tomar: concientizar en la responsabilidad de los trabajador por la seguridad física, la de los clientes y la suya propia, es decir ser conscientes de que deben de ser responsables de seguir todas las medidas preventivas no solo en el hotel o durante su jornada laboral, sino que las 24 horas.
Analicemos algo interesante: antes de esta situación de emergencia sanitaria en los hoteles ya existían sectores que prestaban especial atención a la seguridad física de los clientes para evitar que se enfermaran , uno de estos sectores es Alimentos y Bebidas, con estrictas normas de manipulación de los alimentos y bebidas, sin embargo eso no pasaba en otros sectores pues no eran fuentes de peligros para el cliente en términos de salud, por ejemplo: en situaciones anteriores un huésped sentado en el lobby de un hotel degustando de un trago no era fuente de preocupación para el camarero que atendía esa zona pues no representaba ningún peligro para el mismo huésped, para otros ni para el mismo camarero, ahora esta interpretación ha cambiado, ahora el medio y las personas que comparten el medio son potenciales fuentes de peligro para la seguridad física de todos.
Esto hace que el hotel y sobre todo el departamento de RRHH debe de enfatizar en el cumplimiento del valor de la RESPONSABILIDAD tanto individual como colectiva, es decir , primero mi responsabilidad como ser humano, conmigo mismo y después la responsabilidad mía con los otros y de los otros hacia mí.
Ser responsables de estar atentos cuando conozcamos que estas normas de protección no se estén cumpliendo en todos los escenarios, tanto dentro como fuera del hotel, ejemplo si trabajo en un equipo determinado y vemos algún miembro del equipo que publica fotos en Facebook donde pone de manifiesto no estar respetando las medidas de distanciamiento y protección , entonces poder hablar con esa persona pues puede poner en peligro todo el gran esfuerzo y la voluntad de la empresa donde está trabajando.
Desafortunadamente todos hemos sido testigos de conductas humanas no funcionales en este período y no podemos dejar de pensar que quizás parte de esas personas que manifiestan estas conductas sean miembros de nuestros equipos de trabajo.
La responsabilidad con uno mismo, con nuestra protección física siguiendo los protocolos aprobados por la OMS, conjuntamente con las medidas estrictas de sanidad que los hoteles están tomando, la generación de nuevos tratamientos médicos curativos y preventivos son los únicos recursos que podrán validar a un escenario como 100 % libre de COVID-19.
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