DE LA BARRA PÂTISSERIE

04 Julio 2016. 1480 impresiones

Para un dulce fin de semana

Esta pastelería ubicada en la comuna de La Reina ofrece las más sabrosas recetas de la repostería tradicional francesa, pero además su joven chef aporta un toque innovador que hace que todas sus preparaciones sean casi inolvidables para cualquier paladar.

Dulce fin de semana

De la Barra Pâtisserie estaba escondida, era un verdadero secreto. Diego es su dueño, un chef que estudió en Chile, se especializó en Francia, y hoy desde un taller instalado en su propia casa prepara los más elegantes y finos pasteles que atraen a los clientes durante los fines de semana…así es, porque De la Barra está abierta sólo los sábados y domingos. Dos días para disfrutar de una preparación totalmente artesanal, con la más vanguardista mezcla de sabores.

Texto: Mónica Araya | Fotografías: Claudio Vera

Pastelera de la Barra1

“Lo mío es pastelería francesa moderna”…así define Diego de la Barra lo que hace, pasteles donde destacan los mousses, los sabores frescos y las presentaciones finas, productos que se pueden comprar en el local instalado en su casa de la comuna de La Reina, pero también se pueden probar en las distintas cafeterías y pastelerías que él provee.

DE LA BARRA: SU PROPUESTA

Cómo resistirse a probar un Pie de maracuyá, una torta Mont Blanc o un Brownie…y más aún, si a esto agregamos la delicada presentación que el chef pâtissière Diego de la Barra ofrece en su local ubicado en la comuna de La Reina. Exquisiteces para deleitar incluso a los más exigentes paladares.

Diego estudió gastronomía en Ecole, Escuela Culinaria Francesa, para luego viajar a una pequeña ciudad de Francia a hacer su práctica profesional. “Estuve en el hotel Les Pyrénées, que tenía dos estrellas Michelin…creo que ha sido la práctica más intensa que haya conocido”, dice riendo Diego.

Tras su paso por Europa volvió a Chile para trabajar en el área pastelera del restaurant Tierra Noble. Juntó dinero y decidió nuevamente salir del país junto a su novia, Bruna Fonseca, “ella es de Brasil, así que nos fuimos a Belo Horizonte, estado de Minas Gerais. Allá estuve un año trabajando en pastelería”.

Esa experiencia fue muy importante para Diego, ya que tuvo la posibilidad de trabajar con Diego Lozano, uno de los pasteleros y chocolateros más reconocidos de Brasil, “después de un tiempo volvimos a Chile porque Bruna se consiguió una beca para estudiar en la universidad. En ese momento decidí instalarme con algo propio. Puse un taller en la casa donde he vivido siempre con un concepto: tener productos dulces pero también salados…claro, el gancho eran las empanadas”. En el local estilo contenedor ha ofrecido las más finas exquisiteces, no sólo a los vecinos, también a personas de otras comunas que motivadas por el buen sabor llegan a comprar un sábado o domingo.

Pero las ganas de seguir aprendiendo hicieron que este chef viajara de nuevo al viejo continente. Fue en Francia donde de los mejores pasteleros aprendió a preparar otro tipo de tortas, también marshmallows, turrones, etc. De regreso en Chile retomó su contenedor y su taller para seguir cocinando.

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ELEGANCIA FRANCESA

Este sistema de abrir sólo los fines de semana le ha acomodado a Diego, de esa manera el resto de los días puede producir y abastecer a cafeterías de la capital. Como por ejemplo a 7 Alces y Nicole & Cedric. También, en algunas ocasiones, prepara la banquetería para matrimonios.

En la pastelería hay variedad, están las tortas, que en su mayoría son a pedido y tienen un valor aproximado de $26.000. “Hay que mandar a hacerlas con uno o dos días de anticipación”, explica Diego, quien agrega que las que él prepara son mucho más bajas que las conocidas tradicionalmente en Chile, de hecho las tortas en De la Barra tienen una altura de siete centímetros, “en Francia son mucho más bajas incluso, llegan a los cuatro centímetros”.

Entre las tortas destacadas están Seducción, Sacher, Mont Blanc y Chocolate naranja. Cada una de ellas se puede comprar en formato individual también. La más recomendada por el chef es la Mont Blanc, compuesta de bizcocho de pistacho y harina de almendras, gelatina de frambuesas, mousse de chocolate blanco y glaseado de chocolate blanco.

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“Todos los productos que acá usamos son de alta calidad. Eso es lo que nos hace diferenciarnos de otros tipos de torta. Todo tiene textura crocante. No trabajamos con pre-mezclas…aquí todo es casero”, enfatiza Diego.

Otro producto destacado del chef es Tartaleta de chirimoya frambuesa ($8.500, grande), con una base de masa sablée de almendras; también tiene compota de frambuesa, bizcocho de vainilla, cremoso de chirimoya y frambuesas frescas. Dentro de la oferta en De la Barra también tienen variedad de mini tortas ($2.500), y mini tartaletas ($2.000).

Siguiendo con lo dulce, también hay Brownies ($900 c/u) y los famosos Macarons. Aquí la caja de siete unidades tiene un valor de $5.600. Hay de distintos sabores: frambuesa, pistacho, chocolate con limón o maracuyá.

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Desde que abrió la pastelería Diego ha tenido empanadas, pensando en el público de fin de semana. “Para las empanadas busqué una receta ideal, quería que el pino quedara jugoso y creo que lo he logrado. Siento que ya tengo mi punto de cocción. Lo mismo con la masa, busqué varias fórmulas hasta lograr una masa suave al paladar”, dice. Las empanadas de pino tienen un valor de $1.200; y las de hoja con queso, $1.300. “Hace pocas semanas incorporamos otro estilo de empanada, con un relleno de tomate queso y albahaca”, explica el chef.

No sólo las empanadas pueden ser una buena opción para el almuerzo del fin de semana, Diego también tiene entre sus propuestas los Quiches ($8.500), y los Mini quiches ($4.000), con sabores como champiñón con cebollín o cebolla, “el de cebolla es imperdible”, asegura de la Barra.

Esta propuesta gastronómica invita un sábado o un domingo a degustar creaciones únicas, elegantes e irresistibles al paladar…De seguro muchos van a querer volver cada fin de semana…

Pastelera de la Barra2