DULCE POLS
El dulzor de Alegre
Casi todos sus productos son hechos en la misma pastelería, en caso particular de los macarons provienen de Le Septième, cuyos dueños son franceses.
El dulzor de Alegre
La rancagüina Paulina Miranda, quien se instaló a vivir en la región de Valparaíso para estudiar cocina, se fue a trabajar al sur de Chile, luego a Perú, y siguió perfeccionándose en Argentina. En 2015 todos sus logros y avances los plasmó en su propia pastelería y cafetería, en plena calle Almirante Montt de Valparaíso.
Texto: Maureen Berger | Fotografías: Gonzalo Carrasco
Desayuno El Sanito: cafetería, ensalada de frutas, yogurt con granola y muffin ($3.900)
El rico sabor de lo dulce siempre ha estado en la vida de Paulina Soledad Miranda Monreal, nacida y criada en rancagua…“Todo comenzó con mis abuelos. Ellos hace 65 años tenían una heladería en Rancagua que derivó en pastelería y otros negocios del ámbito gastronómico, que hoy manejan mi tía y mis primas. Mis abuelos dividieron entre sus cinco hijos su legado, quedando mi padre con una cafetería en el centro”, recordó Paulina, y agregó: “Yo sin embargo quise trazar mi propio camino, y aunque casi me quedo en Rancagua busqué distintos lugares hasta que encontré un local en pleno Cerro Alegre”.
Así comienza la historia de esta emprendedora quien, por cierto, antes de abrir la pastelería se preparó con creces. Y aunque en 2004 estudió Ingeniería Civil Industrial en Viña del Mar, tras cursar el primer año se retiró y entró al Instituto Culinary para seguir la carrera Artes Culinarias, “trabajé en distintos lugares, hoteles en el sur como Huilo Huilo y Villarrica Park Lake, y en Perú en el restaurant Brujas de Cachiche Lima, entre otros”.
En 2011 se fue a Buenos Aires, Argentina, por seis meses, a especializarse en panadería, pastelería y chocolatería. Lo hizo en el Instituto Argentino de Gastronomía, (IAG). Fue así como el 16 de abril de 2015 abrió Dulce Pols, “todos preguntan de dónde viene el nombre, si es vasco, catalán, polaco, etc., y la verdad es que es mi apodo”, explicó Paulina entre risas.
Paulina Soledad Miranda
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El local lo encontró gracias a un dato de su hermano Fernando, que es arquitecto y tiene su oficina en Valparaíso. “Cuando se hizo este proyecto, la idea era mantener el estilo de la casa rescatando la madera nativa que es el roble, los espacios, etc. La parte externa corresponde a la fachada original de principios del siglo XX con las latas onduladas que venían desde Europa, en los barcos de los primeros colonizadores del puerto”, señaló la dueña.
Con respecto al diseño de Dulce Pols, la idea era darle un toque más cálido, por eso la elección de colores pastel y muebles de acuerdo a ese estilo. Los cuadros expuestos en el local son de su tía, la pintora Wilma Farías, y las teteras grandes que se aprecian en la decoración son de su abuela, “es una colección que tiene más de 75 años, de hecho en cada rincón de la pastelería está presente mi familia”.
En Dulce Pols, Pastelería y Cafetería (con capacidad para 45 personas en dos de sus tres niveles), todo se hace en casa, “muchas recetas son de mis abuelas, otras que he recolectado por aquí y por allá, las he ido haciendo propias”. Sobre el estilo, indicó que es pastelería casera, tradicional, sin pre mezclas.
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OPCIONES DULCES Y SALADAS
Casi todo es hecho en el local, en caso particular de los macarons provienen de Le Septième, cuyos dueños son franceses, todo lo demás Paulina lo trabaja con los mejores ingredientes, “para la torta de chocolate y el volcán de chocolate por ejemplo, usamos chocolate belga 65% de cacao Belcolade. Las mermeladas para los rellenos de las tortas y salsas las hacemos nosotros. La crema de amapolas para la torta tres leches amapolas, la dejamos macerar de un día para otro para que quede con más sabor de la amapola, además tiene gelificante natural, por lo que resulta una crema suave y muy rica”.
Con respecto al método, señaló que todo responde a una pastelería tradicional, pues se intenta mantener el estilo antiguo. “No usamos mangas ni boquillas para decorar, todo lo hacemos con cuchara”.
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Para el desayuno ($3.200 a $3.900, todos con jugo natural) está El Típico, con cafetería a elección, pan amasado, mermelada y mantequilla; El Porteño, con cafetería a elección, barros jarpa y ensalada de frutas; y para el De Campo se ofrece El Goloso y El Sanito. El café, servido en todas sus variedades, es de Taller Café, con 80% arábica de Nicaragua y 20% robusta de México. Y en jugos: milkshake, smothies, té helado, vitamina de naranja, limonadas, etc. ($2.400 a $2.800).
Entre las alternativas dulces ($600 a $3.800) destacan las Tartaletas, de maracuyá, tres chocolates, nougat, etc.; Pie de limón; Tortas pompadour, milhojas, panqueque, maracuyá, amapolas, etc.; Galletones o Galletas, de jengibre, miel, chocochips, granola, etc.; Muffins; Brownie con helado; Volcán de chocolate. La once se arma con cafetería, sandwich y torta a elección ($5.200). También se están haciendo tortas especiales y a pedido, para matrimonios y cumpleaños.
En el caso de los Sandwichs ($3.500 a $4.200), se preparan con pan horneado en el local, en base a panes frescos y crujientes que llaman “guaguas”, que cortan para el servicio. Entre las opciones está el Vegetariano; el Mediterráneo, que lleva prosciutto, tapenade (receta casera), queso azul y berros; el Capresse; y el Sandwich Nuevo, con pechuga de pavo asada, manzana verde caramelizada, crema de ricotta ciboulette y rúcula.
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“Hacemos también panadería para vender, por ejemplo pan de semilla, que es hecho con aceite de oliva y semillas de linaza, amapolas, avena y maravilla; y pan amasado. Los fines de semana lanzamos panes distintos: de nuez, cacao, semillas de calabaza cucurbita”, cuenta la dueña. Pensando en veganos y alérgicos, hay pastelería especial sin gluten, o leche de soya para los que quieren un café o pedir algo más, “la idea es que toda la gente se vaya contenta. Cuando uno está triste, con pena o bajoneado, te comes un dulce o un helado y te sube el ánimo. Ese es el sentido de este proyecto, hacer a la gente feliz”…
Para eso también cuentan con Quiches ($4.000); Omelettes ($3.500); Wraps ($2.800), que se arman en cuatro variados ingredientes; y Ensaladas ($3.900), como la Pols 1 o la Pols 2, con un mix verde (berro, lechuga lollo bionda y rosso, y rúcula), queso azul, nueces, manzana verde, jamón serrano y dressing de manzana verde.
Pese al poco tiempo, las experiencias con clientes les han marcado. “Una turista de Hong Kong que es artista, vino el primer día de su estadía en el país y se sirvió una once…le encantó. Al otro día no volvió, pero los otros seis que estuvo en Valparaíso regresó a tomar desayuno y luego once, todos los días. Nos dejó un dibujo en manteles de papel que ponemos en las mesas. Ella me contactó hace unas semanas y me contó que estaba haciendo un libro, y que quería poner un capítulo sobre mí y mi pastelería. Eso me emocionó mucho, es el mejor premio que podría tener”, dijo Paulina.
Respecto a la renovación de productos, indicó que “hacemos cambios e incorporamos nuevos productos cada seis meses dependiendo de la rotación que tengan. En general la carta está bien balanceada, por lo que no hemos sacado muchos productos de ella…y es que a la gente le gusta todo lo que tenemos”.
Dulce Pols Pastelería y Cafetería
Almirante Montt 658, Cerro Alegre, Valparaíso
Teléfono: (+5632) 319 5644 - 9.6837 3691
Lunes a viernes: 09:00 - 20:30 hrs
Sábado, domingos y festivos: 09:00 - 21:00 hrs
Dulce Pols
@dulcepols
pasteleriapols@gmail.com
www.dulcepols.cl