EUROPEO
El restaurant, que se encuentra en etapa de evolución, quiere hacer cambios profundos pero con un rostro conocido: Francisco Mandiola. El destacado chef que encabezó esta cocina hasta 2015 vuelve como socio, con ideas renovadas y más fuerza para liderar un proyecto exitoso.
CON MÁS DE 17 AÑOS DE TRAYECTORIA, el Europeo ya es un clásico. Ubicado en Alonso de Córdova, Vitacura, tiene un público fiel y otro que recién comienza a descubrir los nuevos sabores de una propuesta renovada. El chef es conocido y el concepto se mantiene, pero la idea para la nueva era de este restaurant es refrescar la carta, los espacios, y tener más ofertas para un cliente dinámico.
Esta verdadera revolución se debe al arribo de Francisco Mandiola, quien no sólo regresa al Europeo como chef, también como socio junto a siete inversionistas más: Julio Mandiola, Sebastián Mandiola, Max Raide, Domingo Raide, Juan Pablo Raide, Max Larraín y Pablo Maestri, todos amigos y familiares del destacado cocinero chileno, quienes tienen como objetivo dar al restaurant un sello de modernidad y reposicionarlo en la alta gastronomía nacional. “Siempre quise volver. Cuando me fui del Europeo, fue porque comenzamos a tener distintos enfoques con los socios de ese momento, muchos estaban embarcados en otros proyectos y eso generó un desgaste natural. Ahora es distinto, porque cambió la sociedad, quienes están hoy es mi propia familia, entonces los objetivos son los mismos, tenemos todos la misma visión y tengo más libertad de expresar mi concepto”, dice Mandiola.
EL CHEF
Quien lo conoce sabe que es hombre de pocas palabras, prefiere que los platos hablen por él, pero si tiene que dar entrevistas lo hace sólo para contar algo de su trabajo y poco de lo personal, y aunque él no lo busque, su trayectoria lo hace destacar. Dos años consecutivos fue elegido Mejor Chef por el Círculo de Cronistas Gastronómicos, esto además de otras distinciones a lo largo de su carrera: Chef Revelación del Año; Carta más Transgresora; Restaurant Revelación; Mejor Nuevo Restaurant y Mejor Restaurant.
Este profesional que marca tendencia, busca rescatar el producto nacional sin llegar necesariamente a presentar recetas chilenas. Lo que propone más bien es una cocina de autor, con creaciones personales e ingredientes locales, productos frescos con carácter que desarrolla innovativamente y de aires internacionales, técnicas que ha adquirido en sus viajes, sobre todo a Nueva York donde le gusta ir, “ahí convergen varios estilos y tipos de cocina, no hay una tendencia marcada. Pasé mucho tiempo allá mientras estuve fuera del Europeo, hice mi propia comida, también probé otras cosas y bebí. Eso me dio ideas que traje a la carta del bar que estoy desarrollando”.
Si bien es el estilo que ha llevado a cabo en cocinas como Ombú, Oporto, Puerto Fuy y Amadeo, hoy apunta a un tema más refinado, dando un sello a la presentación y más espacio a la creatividad, “los últimos cinco o seis años he estado perfeccionando esto, aunque obviamente todo va evolucionando de forma natural. Lo importante es que la esencia es la misma, y la mía es el uso de los productos locales, aportando más sabor y una presentación determinada. Me gusta destacar a las personas que hay en la producción, por eso prefiero los ingredientes chilenos, sin encasillarme en una categoría determinada”, explica el chef.
LO NUEVO
No sólo la carta cambió en un cien por ciento con el retorno de Mandiola, físicamente el restaurant es otro. Toda la decoración estuvo a cargo del arquitecto y también socio Julio Mandiola, quien remodeló y habilitó nuevos ambientes con un toque más moderno y vanguardista. En su nueva terraza, por ejemplo, se puede observar al chef seleccionando desde el huerto orgánico, frescos ingredientes para las preparaciones. Además, un bar con capacidad para albergar 50 personas será la guinda que coronará la torta de esta nueva cara, “la carta del bar es distinta a la del salón principal, se basa en appetizers con cosas frescas y fáciles de comer para acompañar los tragos de autor que estamos armando. La oferta de tragos también la estoy creando yo, en base a varios estilos que he probado en el último tiempo. Queremos que este espacio sirva para quienes desean tomar algo antes de pasar a cenar, o para gente joven que sólo quiere beber un trago y comer algo liviano”. Sin duda esta jugada apunta a la conquista de un nuevo público en busca de sabores sofisticados para disfrutar, en un ambiente más informal. “Quiero acercar la alta gastronomía a los paladares más jóvenes, y que este sea su centro de reuniones y entretención. De igual manera y con el mismo ímpetu, quiero traspasar toda mi experiencia y conocimiento a jóvenes cocineros en formación”, agrega Mandiola.
Otro desafío es la incorporación de un menú-degustación de nueve tiempos, adicional a la carta establecida, inspirado en algunos momentos de Chile. Se puede optar a Cebollas y cenizas; Huevo a la copa; Charqui de lengua, queso chilote y caldo. El menú tiene un valor de $39.000, y si se desea agregar un maridaje con vinos nacionales, son $18.000 adicionales.
La carta principal es acotada, pero intensa. Son seis entradas, entre las cuales destaca Hígado de pato; Pulpo, traído de Robinson Crusoe, con cenizas, palta y brotes; y Locos con ajo negro, vegetales y caldo infusionado. Los fondos son siete, donde se puede encontrar Lazos de pasta, con jamón de pato hecho en casa, yema de huevo semi confitada y queso maduro de Chiloé; o Pesca de roca del día, con puré ácido, vegetales de temporada, salsa de choritos y toques de picor ahumado, por nombrar algunos. Entre los postres (siete) se puede escoger un Pino silvestre con hongos y frío; o Chocolate con romero y bellotas.
En la propuesta se puede reconocer el rescate de los más selectos y nobles productos de distintas regiones de Chile. El objetivo es combinarlos con técnicas de la cocina moderna, logrando el equilibrio perfecto entre tradición e innovación. “Quiero rescatar las bondades de los productos nativos de mi país, mirado desde nuestro punto de vista. Son técnicas que me representan y estimulan. Busco que las personas logren saborear lo que es nuestro país”.
Una oportunidad distinta y exclusiva es el salón privado del Europeo, un rincón que puede acoger entre 15 a 20 personas donde se realizarán cenas privadas con cocina en vivo, es decir, el propio Mandiola preparará en persona los platos escogidos por los comensales. Todo un lujo y un momento inolvidable para quienes quieran ser parte de esta experiencia.
Es así como tras dos años de ausencia, el premiado cocinero busca consolidar de forma definitiva su carrera, con un proyecto más personal y con identidad propia.
Europeo
- Av. Alonso de Córdova 2417
- Vitacura, Santiago
- Teléfono: (+56-2) 2208 3603
- Web: http://www.europeo.cl/
- Mail: europeo@europeo.cl
- Etiquetas: Chef - Gastronomía