FERIA DE VINOS
El evento llevado a cabo el 14 de enero en el Casino Enjoy Viña del Mar, reunió a más de 35 productores que deleitaron a los 600 asistentes con sus exclusivas creaciones
“El vino es compañía, es alegría, es celebración”, reflexionó Giannina Cianferoni de la Boutique del Vino de Quilpué, el innovador emprendimiento que organizó la primera versión del encuentro de viñateros emergentes e independientes de todo el país. De manera inédita este evento, denominado “Feria del Vino de Autor y Pequeñas Producciones”, se realizó en el Casino Enjoy Viña del Mar, donde más de 35 expositores de distintos puntos de Chile presentaron sus propuestas en vinos, espumantes y productos gourmet.
“La invitación fue para todos aquellos que quisieron probar productos nuevos y aprender sobre vinos de boca de sus propios creadores”, comentó Cianferoni, quien agregó que fueron ellos mismos los que atendieron sus stands en el Casino de la Ciudad Jardín. Concretamente, exhibieron su propuesta 30 viñas, 3 pisqueras, 2 espumantes, Quesos Los Tilos, La Chacra panadería y pastelería de Limache, además de PF con tablas frías y Porvenir con el agua. A esto se sumó el apoyo de Hotel Ibis, entre otras empresas.
La gestora dijo además “para nosotros esto fue una gran apuesta, pues ya hemos hecho dos Fiestas del vino en Quilpué, la primera con 120 personas y la segunda con 300 y notamos que necesitábamos abrirnos a Viña y Valparaíso, para superar las 600 personas en este evento”.
Destacó la alta afluencia de público, la música en vivo y la organizadora del evento mencionó además que los expositores son viticultores innovadores. “Muchos de ellos trabajaron por varios años en grandes viñas industriales, pero luego dejaron esos trabajos para dedicarse a sus propios proyectos y hoy producen vinos a escala humana (de 200 a 10 mil botellas al año en promedio)”.
La feria reunió entre otros exponentes al Movimiento de Viñateros Independientes y los Chachos Deslenguados. “Son vinos sin tabú, viñateros que llegaron para desordenar la industria que siempre ha sido bien pareja”, enfatizó Giannina Cianferoni, quien lleva más de un año trabajando con pequeños productores entregándoles una importante vitrina en su local den calle del Alelí 2011 en Quilpué. “Son vinos que no están en el retail o en los supermercados”, aseguró.
EXPOSITORES
Mauricio Veloso de Escándalo Wines, contó que es un proyecto itinerante que rescata la cepa Carignan desde distintos valles y produce 3 mil botellas. “Solo elaboramos Carignan, pues es la cepa que me enamora y me gusta”.
Andrea Jure de Viña Mujer Andina, que nació el 2012, elabora espumantes rosados y tintos y un blend de Carmenere y Syrah orgánico del Valle del Alto Maipo. Dependiendo el estilo elaboran de 1500 a 5 mil botellas anuales.
Guy Hooper británico casado con la chilena María José Herreros, ambos de Talagante en Valle del Maipo, desde 2010 producen de 300 a 600 botellas de un blend de Carmenere, Malbec, Petit Verdot y Syrah. “Con las uvas que nos dejan los pájaros, hacemos el vino. La gracia es que el ensamblaje cambia todos los años, pero mantiene el estilo liviano, frutoso y fresco”. José Francisco González de Viña Tringario de Rancagua que nace en 2014 “los vinos son en honor a nuestras 3 hijas, Trinidad, Margarita y Rosario y elaboramos Rosé, Marselán, Cabernet Sauvignon, Carmenere y Petit Verdot y producimos 7.500 botellas anuales”.
Catalina Ugarte de Viña Zaranda de Coelemu en Valle del Itata comenzó en esta producción el 2011, dando vida a sepas patrimoniales como País, Rosé y Moscatel de Alejandría en 5 mil botellas.
Daniel Miranda de Viña Vultur del Valle del Cachapoal desde el 2010, dijo que el nombre de la viña viene del nombre científico del cóndor (vultur gryphus) y que producen Carignan de Colchagua, Malbec de Rancagua, Petit Syrah y un nuevo Petit Verdot de Colchagua, llegando a las 10 mil botellas “ninguno es ícono, porque a todas estas variedades las consideramos nuestros hijos”. Arnaud Faupin francés radicado en Salamanca Valle de Choapa, es dueño de la Viña Alpa y produce desde 2014 Viognier, Syrah, Carmenere y un blend de estos dos últimos, llegando de 4 a 6 mil botellas anuales. “Es la zona más angosta de Chile, con mucha luz, a 90 km del mar hacia la frontera, por ende pese a estar en cordillera, llega la influencia marítima que se refleja en los vinos”.
Existe la posibilidad cierta que este evento tenga una nueva versión en invierno, siempre en el Casino Enjoy Viña del Mar.