HIDDEN BAR
Una pequeña caja de sorpresas
Hidden Bar es un lugar discreto, ubicado en el subterráneo del Hotel Nippon, en el centro de Santiago. Sin embargo, sin ser pretencioso, ha resultado todo un descubrimiento y una gran sorpresa para quienes han llegado a probar la original propuesta de su bartender Nicolás Farías, quien además ha sido premiado en reconocidos concursos de mixología.
Texto: Daniela Zevallos | Fotografías: Claudio Vera
Nicolás Farías, bartender de Hidden Bar
Hotel Nippon ha hecho noticia en los últimos meses gracias a su gastronomía, una de las más destacadas de Santiago. Su restaurant Japón fue el primero en ofrecer comida típica japonesa en la capital, y hoy lo sigue haciendo con una sostenida perfección y altísima calidad.
Pero existen otros rincones del hotel que estaban casi olvidados. Uno de ellos es el bar, que durante cinco años estuvo cerrado sin ningún administrador u operador. Hace sólo meses surgió la posibilidad de reinaugurarlo, y de forma muy discreta ha venido operando desde fines de 2015.
El lugar bautizado como Hidden Bar, está en el subterráneo del hotel. Sólo llegas si tienes el dato afortunado, pues no es visible desde la calle. Con capacidad para 25 personas, es un espacio agradable, íntimo, más bien boutique, con atención personalizada, de hecho el mismo bartender se acerca a tu mesa o te atiende directamente en la barra. Los precios no son muy altos, más bien están en el promedio de los bares con tragos de autor, y muchos de sus ingredientes naturales lo convierten en una apuesta innovadora y atrevida que atrae a los exigentes del mundo de la coctelería. “La idea es que al sentarte en la barra te sientas cómodo, hay veces que dan ganas de alargarla, porque hay mucha gente que le gusta estar acá. La magia del bar es justamente la barra, porque de aquí sale todo y es súper expedito. Un bar es más cercano que una cocina, en donde no ves quién está adentro, ni cómo se hacen las cosas. De mi lado es lo mismo, yo también puedo ver a quién le estoy haciendo el trago, cómo se siente y qué es mejor para él”, dice el bartender Nicolás Farías.
JOVEN TALENTO
Cinco años lleva Nicolás en la barra. Paralelamente a estudiar gastronomía en DuocUC trabajó en varios lugares, hasta que en 2012, en el restaurant Bendita Albahaca, le dieron la oportunidad de hacer otras cosas. Ahí planteó su inquietud de trabajar en coctelería, para al poco tiempo aprender y perfeccionar su técnica. “Cuando me entrevistaron me preguntaron qué más me gustaría hacer, entonces yo dije que coctelería. Así me dieron la oportunidad y me enseñaron muchas cosas. Igual tuve clases en el instituto, pero me metí de lleno cuando ya estaba trabajando. Fui interesándome cada vez más, leyendo, estudiando, viendo noticias, las últimas tendencias y practicando. Fui aprendiendo de a poco y tratando de innovar lo más posible”, recuerda Farías.
Tras viajar varios meses al extranjero – estuvo en Playa del Carmen trabajando en un resort, en plena Riviera Maya –, a su regreso a Chile se hizo cargo de la administración del Bendita Albahaca. Después de formar parte del equipo de apertura de Renaissance Santiago Hotel, donde se encargó de los bares, retomó su carrera de chef en una productora. Sin embargo la coctelería volvería a llamarlo. Sin quererlo casi, le ofrecieron hacerse cargo de esta barra tan especial, “una amiga de la productora conocía este hotel, y le propuso a la dueña administrar el Hidden Bar. Me dijo que estuviera con ella en el proyecto para que yo fuera el bartender, pero a medio camino se fue a vivir fuera de Chile y yo seguí en esto. No fue fácil echar a andar algo que estuvo cerrado tanto tiempo, pero las personas del hotel, sobre todo su dueña, siempre le tuvieron cariño a este lugar, porque ella misma lo atendía años atrás, y esperaba poder abrirlo en cualquier momento”, cuenta Nicolás.
Con cinco años de trayectoria como bartender, Nicolás ya ha ganado algunos premios, y en septiembre viajará a Miami para la gran final de World Class Competition
La propuesta y el estilo del joven cocinero y bartender conquistaron a los encargados, quienes permitieron que la barra viera la luz nuevamente. En este lugar Nicolás se pudo desarrollar, dejar volar su imaginación y creatividad, y consolidarse como uno de los profesionales más conocidos a nivel nacional.
Con un estilo “loco y simpático”, como él mismo lo define, Nicolás gusta de las cosas originales, hacer sentir especiales a los clientes, que sientan que el coctel fue pensado para ellos. “Esta coctelería tiene mucho que ver con mi gastronomía. Es una forma de agradecer a los clientes. No todas las personas se la juegan por un lugar nuevo, y la idea es que la gente se sorprenda con lo que encuentra, pues gracias a ellos estamos acá”.
UN ESTILO PREMIADO
El estilo de Nicolás no ha pasado desapercibido, y en estos pocos meses ya ha recibido algunos premios. El más reciente fue la Ruta del Negroni, que se realizó en mayo de este año. Su trago Smoky Negroni es una nueva versión del clásico italiano, con toques de humo de lapsang souchong. Poco antes, y más importante para él aún, fue el World Class Competition, uno de los eventos de mixología más prestigiosos y respetados del mundo, que busca distinguir a los mejores bartenders a nivel internacional, y que por primera vez llegaba a nuestro país. El bartender cuenta la relevancia que este torneo ha tenido en su carrera: “Ese concurso me cambió la vida, tuve la suerte de ser el ganador de la primera edición en Chile, y ahora voy a competir a Miami ante 58 países. Esta competencia es mucho más integral, no se evalúa sólo un buen coctel, sino que hay muchas otras cosas que tienen que ver. Mide tu capacidad como buen bartender, tanto en velocidad como en sabores, se trabaja bajo presión, y hay varias etapas que van haciéndote evolucionar. Ganes o no, uno crece mucho porque es una instancia donde se aprende bastante”. A fines de septiembre, Nicolás Farías deberá viajar a Estados Unidos para participar en la final de la séptima edición de este torneo internacional.
Jerry: whisky escocés, amaretto, frangélico, bitter de angostura batido ($5.900)
Smoky Negroni (ganador de la Ruta del Negroni): gin, campari, vermouth (hecho con chardonnay, pisco y bitter de vino navegado) ahumado ($4.900)
Desierto Florido: pisco Waqar, licor de jengibre St. Germain, limón, syrup de lima ($5.900)
Además del reconocimiento profesional, estos premios han ayudado al bartender, y sobre todo a Hidden Bar, que en pocos meses ha pasado a ser un secreto a voces. Cada vez son más las personas que quieren conocer la barra del Hotel Nippon, pues el atrevimiento, la personalidad y creaciones de Farías llaman la atención de quienes gustan de un buen trago.
LO QUE VIENE
La primera carta invitaba al público a conocer Hidden Bar, tenía varias propuestas de autor y cocteles más tradicionales, con el toque y característica de su creador. Sin embargo, casi finalizada la nueva oferta, la carta es mucho más osada, y la que representará la personalidad de Nicolás Farías, “podrán encontrar más uso de frutas y plantas, más presencia de pisco, de productos nacionales, vino, microdestilados, licores artesanales y destilados tradicionales, como el gin, whisky y otros, que creo son muy buenos para la coctelería, porque son súper complejos, entonces puedes darle distintos enfoques”.
En esta carta no se incorporarán los cocteles tradicionales, claro que si el cliente busca un Martini, un Manhattan o una Margarita se le preparará de inmediato, pero en la propuesta de la carta sólo irán las nuevas recetas, un formato que le acomoda muy bien a Nicolás, ya que la etapa de inspiración es la que más le gusta, “aquí tengo la posibilidad de elegir hasta la fruta que utilizo. Yo mismo la compro, de esa forma te llega mucho mejor la inspiración, es más directo, poder ver a la persona que está detrás de tus productos te ayuda a crear ciertas cosas, y así manejas mejor las cantidades, mantienes un estándar y haces las cosas con más corazón, no tan mecánico como pareciera que es”.
De esta forma se va consolidando este bar, que sin ser ostentoso tiene un estilo único que sorprende a los clientes. Hasta aquí llega un público que es variado, jóvenes atrevidos, también personas adultas, con experiencia en barras y varios viajes en el cuerpo. Por lo mismo la exigencia es alta, pero Nicolás se siente preparado para satisfacer los gustos de todos ellos, porque sabe que trabajando en lo que más le gusta, el resultado sólo puede ser bueno.
Maná: vodka de mango, licor de manzana, jugo de naranja, polvo de betarraga, tintura de pimentón verde, kiwi confitado ($5.900)
Sushi Sashimi para dos ($21.000)
Hidden Bar, Hotel Nippon
Barón Pierre de Coubertin 62, Metro Baquedano, Santiago
Teléfono: (+562) 2838 7000