HOTEL PARADA LINARES
Un emprendimiento de inversión 100% linarense, que con sólo diez meses de apertura ya se sitúa entre las alternativas imperdibles a la hora de elegir alojamientos de categoría superior en la región del Maule. Propuesta enfocada principalmente al pasajero corporativo, que además suma una atractiva oferta gastronómica y de servicios, buscando fortalecer la zona como un nuevo polo de desarrollo económico, turístico y comercial Texto: Cristina Álvarez G. / Fotografías: Nicholas Charlesworth.
POTENCIAR A LINARES como un nuevo destino de negocios, y cubrir una demanda insatisfecha en la ciudad al no existir un hospedaje de categoría superior, fueron las motivaciones del empresario linarense Roberto Parada Rosales para concretar uno de sus más grandes proyectos, la creación de Hotel Parada Linares. Es que hasta antes de su apertura, el sector hotelero en la ciudad estaba principalmente cubierto por establecimientos tres estrellas y algunas residenciales. Por ello, las alternativas se concentraban en la capital regional del Maule, y también en las Termas de Panimávida y Quinamávida, siendo éstas una opción ideal para un público específico.
Copramar es la primera empresa creada por Parada, comercializadora que llegó a convertirse en una connotada industria exportadora y procesadora de berries y vegetales de la zona. Sin embargo, existía la necesidad de contar con un lugar cercano y de categoría para que los propios clientes pudiesen alojar. Así, Hotel Parada Linares nació en enero de 2017, en los antiguos terrenos de Copramar, como un novedoso establecimiento de alto nivel apuntando al mercado de negocios agrícola y energético, donde huéspedes corporativos y de paso por la zona, además de alojar, pudiesen complementar la estadía utilizando sus diferentes espacios habilitados para la realización de reuniones, incluso posibilitando que empresas de la zona y de otras regiones puedan considerarlo como sede para seminarios, charlas, y diferentes encuentros de corte social.
“Mi padre siempre se ha fijado en los requerimientos de sus clientes. Así, cuando éstos visitaban la empresa, comentaban que Copramar era una organización muy linda y muy grande, pero no había donde alojar. En base a eso él se convenció de esta gran necesidad para sus visitas: tener una estadía en la zona como corresponde”, señala María Belén Parada, sub gerente e integrante del directorio de Hotel Parada Linares. Así, desde el inicio, la consigna fue entregar un servicio “mejor que en casa”, dice su madre Carmen Gloria González, directora ejecutiva, quien también forma parte del directorio. Por eso, “el huésped que nos visita siempre comenta la calidez de nuestro personal, ameno y acogedor”, agrega.
ELEGANCIA Y MODERNIDAD
Hotel Parada Linares se originó con miras a certificarse como un lugar de alojamiento cinco estrellas. El proyecto global estuvo en manos del arquitecto Claudio Cabrera Droguett, a cargo del desarrollo de un edificio de seis pisos y más de cinco mil metros cuadrados construidos, extensión que contempla una totalidad de 68 habitaciones, tres de estas suites, cada una de 85 m2, con sus respectivos balcones y vista al sur. El resto de las habitaciones tiene una superficie promedio de 31 m2.
Al ingresar, el pasajero se encuentra con una amplia recepción, espacio protagonizado por un encantador revestimiento que resalta a primera vista y hace honor a la decoración. Ahí mismo se encuentra el Business Center, servicio disponible al visitante con acceso libre a computadora e Internet. “También, en el primer piso, se ubican nuestras oficinas, los salones y el sector del Spa, destinado al relajo y esparcimiento de nuestros pasajeros, el cual cuenta con un pequeño gimnasio, sala de masaje y sauna”, explica Cristian Osses Basoalto, gerente general de Hotel Parada.
En la oferta de alojamiento es posible elegir tres tipos de habitaciones, distribuidas a partir del tercer piso, principalmente. “Los standard, son dormitorios básicos. En algunos contamos con camas estilo italiano, que se dividen o pueden transformarse en dobles. Tienen un valor de 79 mil pesos si es para dos personas, y 65 mil pesos para una. Durante el fin de semana hay un porcentaje de descuento del 15%, quedando por ejemplo a poco más de 55 mil pesos para una sola persona”, indica el ejecutivo.
Luego vienen las habitaciones junior suite, dos disponibles en toda la construcción, ambas con dos ambientes, baño de visitas, y un baño principal donde destaca una espaciosa tina con hidromasaje. “Por último tenemos la habitación presidencial, en el piso seis, la cual posee características similares. La diferencia está en la decoración y el equipamiento, que es mucho más exclusivo, donde predominan, entre otros detalles, amplios sillones de cuero exclusivo y el tapiz, que es importado”, agrega Osses.
Mención especial merece la habitación destinada a personas con capacidades diferentes, la cual, en términos de infraestructura, “resalta por su amplio acceso, una cama mucho más baja, botón de pánico, y una ducha que tiene un desnivel más pequeño, la que además cuenta con dos sillas”, dice Osses.
En la propuesta de interiorismo del hotel destaca la intervención de Paula Gutiérrez, quien logra a cabalidad un elegante y a la vez cálido ambiente en cada espacio. Lo mismo ocurre con la iluminación, a cargo de Oriana Ponzini. La identidad local es el concepto que se desprende a modo general, especialmente en la línea decorativa, razón por la que sobresale la presencia de la piedra toba o zoelita (originaria de Quinamávida, lugar donde existe un yacimiento de dicho mineral), en gran parte del hotel.
UNA EXPERIENCIA CONFORTABLE Y ENTRETENIDA
Bar Rari – llamado así en honor al característico tejido en crin o pelo de cola de caballo –, es otro de los espacios imperdibles de Hotel Parada Linares, un sector ubicado en el primer piso, que da la bienvenida con una gran barra, abierta tanto a pasajeros del hotel como a público general que desee disfrutar de una carta con 14 tipos preparaciones de té, 12 de café de origen italiano, además de una completa oferta en destilados que dan lugar a una coctelería exclusiva, preparada por un staff propio compuesto por tres bartenders, todos mixólogos. “La propuesta incluye una variedad de sandwichs, además de tablas, con un valor entre 10 y 12 mil pesos. De jueves a sábado, de las 20:00 a las 22:00 horas, hacemos happy hours con cocteles desde los cinco mil pesos. El resto de la semana tenemos after office, excepto los domingos”, explica el gerente.
Osses también anunció un cambio de carta en Bar Rari, la cual introducirá un concepto relativamente nuevo para esta zona maulina. Se trata de “coctelería molecular, la cual presenta al cliente un trago sólido, pero al momento de beber y tomar contacto con la boca, el producto toma forma líquida”. Pero no sólo eso, el servicio se extiende a una acogedora terraza con vista a una espaciosa piscina principal, lugar en el que es posible disfrutar de música en vivo, igualmente de jueves a sábado, desde las 20:00 horas.
En el mismo nivel está el restaurant Linares, liderado por el chef Carlos Ibáñez Azócar, profesional titulado en Inacap Concepción, de destacada trayectoria en restaurants nacionales, entre ellos el del desaparecido Hotel Carrera y Termas de Chillán. El chef también conoce la cocina europea, especialmente la de Bélgica, país donde vivió por algunos años. Entre sus proyectos en Chile destaca el restaurant Moros y Cristianos, en Viña del Mar, eso hasta el 2015 cuando decide volver a su tierra de origen, Linares, para hacerse cargo de la propuesta gastronómica de Hotel Parada Linares.
Son más de 40 platos que destacan en su carta, donde el concepto es la cocina internacional. “Tiene algo de fusión, entre lo que he aprendido en mi paso por distintos restaurants y mis viajes por otros países. La idea es traer una propuesta más gourmet a Linares, privilegiando productos de primera calidad, una oferta de platos igual que las de un restaurant de Santiago, pero con valores mucho más accesibles”, señala el chef.
Productos como el salmón premium, el atún y camarones ecuatorianos, cortes de carnes como entrecot, filete, entraña, o novedosas preparaciones, donde por ejemplo la tinta de calamar destaca entre los ingredientes, son sólo parte de la invitación que el profesional hará a los sentidos a través de los platos de la nueva carta que estrenará las próximas semanas. “Otra de las características es que nuestras porciones seguirán siendo grandes, porque aquí los clientes están acostumbrados a eso, procurando que todos los productos que llevemos al plato sean en su mayoría de proveedores que también son de Linares”, asegura Ibáñez.
La pastelería también tiene un sitial en la cocina del chef, preparada en conjunto con una maestra pastelera, “con quien vamos fusionando técnicas y conocimientos. En postres incluiremos maracuyá y frutos silvestres, gracias a nuestra cercanía con la empresa Copramar. Por ello nuestras preparaciones contarán con una variedad de berries de primera calidad”.
AMOR POR LINARES
Hotel Parada Linares es una inversión que busca ser un referente de éxito, para atraer a la ciudad otros proyectos de actividades económicas similares o complementarias. Pero principalmente potenciar Linares como destino comercial y turístico, una alternativa cierta para el visitante nacional e internacional, considerando el Paso Pehuenche, que en la actualidad considera un alto flujo de argentinos, teniendo a Talca como primer destino. “Por eso estamos desarrollando paquetes turísticos que potencien y desarrollen todos los atractivos, situados principalmente en el sector cordillerano y también en el valle”, explica María Belén.
Este sitial de importancia que la familia Parada ha querido otorgar a su lugar de origen, lo han canalizado conformando un equipo de trabajo que en su mayoría es linarense. “Principalmente porque la zona muestra bajos índices de empleabilidad. Por eso para nosotros es importante destacar nuestro personal, al que también se suma un pequeño grupo de personas extranjeras”, indica María Belén. En esta misma línea, la esposa de Roberto Parada, la directora ejecutiva Carmen Gloria González, hace énfasis en la idiosincrasia del maulino, que destaca por su especial amabilidad. “Tratamos siempre de cuidar a quienes laboran con nosotros, especialmente aquí en Hotel Parada Linares, donde los vemos más que trabajadores, pues creemos ser una gran familia. Todo esto se conjuga de manera tal que nos permite entregar al pasajero un servicio cercano, que nos hace diferentes de otros hoteles”.