ICON HOTEL
En agosto, las puertas de este hotel abrieron no sólo para sumar otra opción de hospedaje en Santiago, también para apostar por una hotelería que marque la diferencia, logrando comodidades y servicios de alto nivel al alcance de un público transversal.
LA APUESTA DE ICON HOTEL ES SER, precisamente, un ícono dentro de la ciudad. Su estructura, un edificio de 23 pisos que destaca por su forma triangular, en la codiciada esquina de las avenidas Manquehue y Alonso de Córdova, resalta como una especie de caja de vidrio, en cuyo centro una torre de aire, también triangular, permite la entrada de luz en los pasillos, iluminación natural que llega, a la vez, desde amplios ventanales y colándose por una claraboya en la azotea. Este moderno diseño de la oficina Cuatro Arquitectos sin duda llama la atención, pero lo cierto es que la real diferenciación de Icon pasa por ofrecer un servicio cuatro estrellas superior, con tarifas hasta 20 por ciento menos respecto de sus pares.
La estrategia de este hotel, operado por Regal Group, sigue una fórmula que no esconde secretos: se trata de concentrarse en las reales necesidades de un pasajero del siglo XXI, restando algunos servicios, potenciando otros y modificando otros más. “Queremos ser eficientes y racionales en el uso de los recursos”, afirma Emilio Bissoni, gerente general de Icon. Así – explica el ejecutivo – se gesta una hotelería cuatro estrellas diferente a la tradicional, hablando puntualmente de aquella que se encuentra en América Latina, pues el sistema ya es tendencia en Europa, Estados Unidos y Asia. La modalidad está enfocada en llamar la atención de personas actualizadas con la tecnología, y que, principalmente, gustan de manejar su propia agenda. Eso es lo que muchos describen como el nuevo lujo: la autogestión. Por eso, entre otros aspectos, aquí no hay bellboy, tampoco room service, concierge ni anfitrión en el restaurante. En lugar de estos servicios usuales en hoteles cuatro estrellas, sí hay tecnología de punta. Por ejemplo, la iluminación Led certificada opera en modo inteligente, y en todas las habitaciones los televisores – de 55 pulgadas – son Smart TV, cuentan con el software hotelero PMS para tener información de la cuenta del hotel, permite que el huésped realice ahí el check out, haga reserva para una cena o una terapia de spa, revise horarios o conozca la carta del restaurante, entre otras posibilidades que funcionan de forma independiente a cualquier cuenta personal del pasajero, sin riesgo de problemas en su correo electrónico o cuenta bancaria si ha decidido revisarlas en este dispositivo.
La autogestión también llega a lo cotidiano. Es el caso del frigobar de cada habitación, que incluye cuatro bebidas y un chocolate de cortesía, productos que el hotel no repone porque el propósito es que el pasajero pueda administrar el contenido, comprando lo que estime y donde quiera.
Si se trata de espacios comunes, además de cinco pisos para 160 estacionamientos, en el hotel destaca una piscina al aire libre y otra climatizada. La primera se encuentra en el piso 23, roof top con bar, que funciona para todo público bajo el nombre Club 23, un espacio con mobiliario retroiluminado y vista a la ciudad, ideado para acoger una movida gastronómica y cultural, o ser escenario de desfiles de moda y presentaciones de música en vivo, entre otras actividades. La segunda piscina forma parte del spa, complejo con gimnasio, sauna seco y húmedo, cinco salas de terapias, y área para tratamiento cosmetológico y peluquería.
Próximo al lobby, donde una pantalla digital gigante se encarga de mostrar íconos geográficos de Chile, otro espacio común de Icon son los 150 m2 de Coworking Space, un lugar para reuniones, habilitado con escritorios y computadores.
HABITACIONES TRANSVERSALES
Los estudios de diseño de Enrique Concha y del español Jorge Fuentes, son los responsables de los modernos y amplios ambientes de Icon, donde las líneas simples se mezclan en armonía con detalles clásicos y contemporáneos. Enrique Concha se abocó a las habitaciones – equipadas con camas Super King, King o Twin, y sábanas de 344 hilos –, donde los ventanales hasta el suelo son de vidrio termopanel, y ofrecen distintas vistas hacia la ciudad y la cordillera de los Andes. Jorge Fuentes, por su parte, trabajó en el piso 23, el restaurante, el spa y las suites, destacando en éstas mobiliarios extranjeros, y papeles murales de lujo de Armani Casa.
De acuerdo a lo señalado por Emilio Bissoni, los hoteles cuatro estrellas suelen tener un par de categorías de habitaciones. En Icon, en cambio, hay seis tipos. Las tres primeras son Delux, Delux Executive e Icon Studio, esta última con tarifas que benefician al huésped en 25 dólares máximo, creada para largas estadías. Por eso cuenta con microondas, omite estacionamientos y servicio de desayuno y aseo, aun cuando el pasajero puede solicitarlos en los días que estime, fórmula que pretende sintonizar con el uso racional de la energía.
Las habitaciones restantes son veinte suites: Corner, Junior, Master y Presidencial. Las 16 Corner Suites se encuentran desde el 5º piso al 20avo, en la esquina de las avenidas Alonso de Córdova y Manquehue. Las dos Junior Suites, la Master Suite y la Presidencial Suite fueron ubicadas en el piso 20, contando con amplios espacios – más de 100 m2 –, y ambientes separados para sala y comedor.
En total, Icon tiene 207 habitaciones pensadas, en gran porcentaje, para extranjeros, que según se estima vienen principalmente de Argentina, Brasil, Perú, México, Estados Unidos, Europa y China. El enfoque también es hacia grupos corporativos que desarrollen eventos en el hotel. “Es el nicho de mercado que siempre nos interesó, el corporativo”, explica Emilio Bissoni. Para eso se construyeron trece salones equipados con pantallas y proyectores, siendo el más grande el de 412 m2 que, dependiendo del formato de banquete, puede albergar hasta 500 personas. Este también se puede subdividir en un salón de 185 m2, y otro de 227 m2.
CONCEPTO BAZZAR
La irrupción de Icon en la industria hotelera es una apuesta de Regal Group y la Constructora Nahmias, que siempre se proyectó para Santiago. Emilio Bissoni se incorporó al trabajo en la gerencia general, asegurando experiencia en esta apertura gracias a su destacada trayectoria que se inició en 1989, cuando fue housekeeper en un hotel cinco estrellas de Buenos Aires. Luego de estar en la recepción, se fue a estudiar a Europa. De regreso en la capital argentina trabajó para Marriott, compañía donde estuvo ocho años, en la que ascendió a puestos de supervisión y dirección, hasta dirigir el área de restaurantes y bares, teniendo a su cargo siete espacios de eventos. Más tarde vinieron cargos de gerencia en Microtel Wyndham Hotel Group, Howard Johnson, Sofitel, Atton y Enjoy, donde fue gerente general de hotel y gastronomía en Enjoy Coquimbo. En esta última estación trabajó con Oscar Veloso, chef osornino titulado en Inacap, que hoy está a cargo de Bazzar Restaurante&Bar de Icon.
Oscar Veloso comenzó su carrera a los 16 años, “quemando” todas las etapas en la cocina, principalmente de aquella que se desarrolla para eventos. Después de ser chef ejecutivo de Enjoy Coquimbo, hoy está viviendo su primera experiencia en Santiago, donde quiere dejar una impronta como cocinero sureño y formar un espacio integral en que el hoy trabajan diez profesionales. Su cocina, a la vista de los comensales, usa técnicas como sous-vide, y tecnología de última generación para optimizar tiempos.
El restaurante que funciona desde las 6:30 hasta las 24:00 horas, se encuentra en el subsuelo junto a un patio con jardín vertical. Con capacidad para 160 comensales, está pensado para dar servicio de desayuno a los huéspedes, así como atender la demanda de mediodía y noche para clientes de la zona, pasajeros y grupos corporativos que se hospedan en el hotel.
Siguiendo la línea de favorecer al cliente con los precios, entregando por el mismo valor más productos, o un mismo producto por menos dinero, a la hora de almuerzo hay una opción con buffet de entradas, tres alternativas de plato principal y bebidas por $8.900, “cifra que resulta 20% menor en relación a otras alternativas similares a la hora de almuerzo”, dice Bissoni. Otra opción de menú ($11.900) contempla entrada, plato principal, postre, café, bebida y copa de vino.
Con cuatro cambios en el año, para adecuarse a los productos frescos que ofrece cada estación, la carta propiamente tal de Bazzar responde al concepto del nombre, y trae a Chile ingredientes de distintos lugares del mundo para satisfacer gustos amplios, mezclando sabores locales y respeto por las recetas originales de los platos elegidos, todo esto teniendo como columna vertebral preparaciones de origen mediterráneo, incluyendo aquellas más orientales, además de un ítem completo de pizzas, para lo cual siempre la clave impuesta es contar con los elementos originales de cada región evocada.
COCTEL TOP DE LÍNEA
Conociendo las instalaciones y sus diversas propuestas, se reafirma que el propósito de Icon es que quienes lleguen hasta aquí sientan que se llevan mucho más de aquello por lo que pagaron. “Es uno de nuestros ejes transversales en todas las áreas del hotel. Se busca que las experiencias sean significativas”, explica Antonio Pino, gerente de AA&BB, un ingeniero comercial que además estudió coctelería internacional y administración de bares en el extranjero, y cocina internacional en Inacap. Para lograr esas experiencias de las que habla el ejecutivo, Icon contempla en el área gastronómica ferias, vendimias y eventos, con estación de maridaje y apoyo de un mixólogo o un sommelier.
Continuando con esta cuidada línea, la carta de vinos tiene 57 etiquetas, una selección con precios que comienzan en $6.900 y llegan hasta los $177.000 por botella. “Desde el punto de vista de las cepas se seleccionaron vinos ícono de Chile, en función de la calidad y el precio, considerando que este es un hotel cuatro estrellas superior y el público es variado”, indica Pino, quien agrega que en coctelería lo que se desarrolla aquí es un trabajo de autor, una barra internacional centrada en opciones capaces de satisfacer a un público exigente, aun cuando se mantienen clásicos como Negroni o Martini, y otros tragos en boga como Aperol Spritz.
Así se va cerrando una propuesta a todas luces llamativa que brilla especialmente en horario nocturno, donde la carta del día para el bar de Bazzar – compuesta de sandwichs y pizzas – se transforma para Club 23. Abierto de jueves a sábado, desde las siete de la tarde, la coctelería de este espacio se orienta a la vanguardia para un público selecto. La carta, en tanto, se centra en comida saludable con un formato para compartir, optando por productos frescos, donde aparecen, por ejemplo, cebiches y platillos con diferentes tipos de quínoa.
- Icon Hotel
- Av. Alonso de Córdova 5050, Las Condes
- Teléfono: (+56-2) 2488 2500
- www.iconchile.com
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