KINSA BAR, RESTAURANTE Y MERCADO
Un imperdible en el Barrio Bellavista
Es un lugar perfecto para quienes disfrutan de la buena coctelería, pero sin descuidar un buen plato para acompañar. Aquí se puede encontrar gastronomía de excelente calidad y algunas propuestas más osadas para todos los gustos.
La Casa de Todos
Abrió sus puertas hace poco más de seis meses, sin embargo se ha convertido en un imperdible del Barrio Bellavista y para quienes disfrutan de la buena coctelería. Varios son los secretos para lograr este resultado exitoso, pero sus socios aseguran que el principal es preocuparse por lo que el cliente quiere y por entregar siempre un producto de calidad..
Texto: Daniela Zevallos | Fotografías: Claudio Vera
La idea surgió de tres socios que nada tenían que ver con el área gastronómica, dos ingenieros comerciales y un ingeniero civil, sin embargo supieron realizar certeros estudios de mercado y asesorarse por expertos en el mundo de la cocina y la coctelería. El resultado ha superado sus expectativas y hoy encabezan uno de los proyectos más conocidos de la calle Constitución, en el Barrio Bellavista.
A principios de noviembre de 2015, Kinsa, palabra que significa “tres” en quechua, se inauguró con la intención de ofrecer una buena barra de tragos y una carta de comida basada en preparaciones chilenas, aumentando un poco el nivel de los platos que se pueden encontrar en otros bares. A poco andar, el lugar se ha convertido en mucho más que eso, las cosas se han ido dando de buena manera y la improvisación muchas veces ha jugado a su favor.
Lo primero en tomar forma fue el mercado. Si bien en los inicios el negocio sólo era bar y restaurante, actualmente esta vitrina se ha convertido en un imperdible para los clientes frecuentes. “El mercado no estaba en nuestro proyecto, se fue dando a causa de nuestros proveedores, ya que la mayoría son pequeños, pero tiene productos muy atractivos. Queríamos darles más visibilidad y ayudarlos un poco con este espacio, aunque en un principio no era grande, ha ido creciendo porque nuestros comensales lo piden y les encanta”, recuerda Carlos Millan, socio de Kinsa. Algunos productos que se pueden encontrar aquí son conservas By María, sal de Cáhuil, aguas y cervezas Petermann, de Huilo Huilo, entre otras cosas que van variando.
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También de forma espontánea nació lo que hoy son los eventos especiales, con chefs invitados. Cada cierto tiempo el restaurante ofrece una cena preparada por un cocinero que crea un menú determinado para Kinsa, día en que se venden cupos limitados con la promesa de vivir una experiencia completa. Como muchos de estos chefs tenían una veta artística escondida, surgió la idea de exponer algunas de sus obras en el mismo lugar. Así fue como se dio este espacio, los amigos de la casa se entusiasmaron y muchos más quisieron participar. “Todo comenzó con un cocinero al cual le dijimos que podía exponer aquí sus cuadros…después otro nos decía: ‘yo también quiero’, y así se fueron sumando. Hoy tenemos establecida una especie de galería donde cada mes vamos cambiando la muestra de arte que se monta. Las obras están a la venta, los artistas pueden mostrar su trabajo y además le damos una onda especial al lugar. Así Kinsa ha ido adquiriendo su propia personalidad, porque no queremos un lugar frío donde todo está calculado, buscamos que las cosas fluyan y se vayan dando de buena manera”, explica Carlos.
Con estos elementos más una decoración inspirada en el feng shui, el bar y restaurante ofrece un lugar grato para compartir con amigos, pero también para almorzar, cenar en pareja o en familia. Claro que los que más disfrutan son los amantes de la coctelería, pues su barra no tiene nada que envidiarle a otras destacadas de la industria.
Sebastian Galvez, Carlos Millan y Sebastian Salas
BARRA PREMIADA
El profesional argentino Claudio Gambetta, quien hace nueve años está en Chile, se encarga de los tragos. En el país Gambetta ha recibido varias distinciones. En el Mixology Challenge 2016, por ejemplo, el bar manager se adjudicó el primer lugar en la categoría Hendrick’s Gin. Además ganó el concurso Capel Puro Talento, premio que le significó ser el representante de Chile en el Mundial de Coctelería que se llevará a cabo el mes de octubre en Japón, “estoy en mi mejor momento. En Argentina realicé varios cursos de especialización, además mis viajes por el mundo me han permitido adquirir nuevos conocimientos y ver las últimas tendencias. Kinsa es como mi casa, me han dado todas las herramientas para trabajar y practicar. No me ponen limitaciones, lo que necesito me lo dan…es una buena sociedad”.
De esta forma se trabaja para tener una de las mejores barras de Santiago, un espacio bien equipado donde no falta nada para hacer el trago indicado, en el momento preciso. “Esto es como la cocina de tu casa, si quieres cocinar no tienes que tener los productos más caros del mercado, pero sí todo lo necesario para lograr la receta perfecta o cualquier cosa que se te ocurra, y eso es lo que tenemos nosotros. Claro que son materias primas de buena calidad, además de muy variada. Con todo lo que hemos viajado nos hemos dado cuenta que no tenemos nada que enviarle a otras barras del mundo”, asegura Millan.
A poco andar, pero con varios logros, este bar ya estrenó su segunda carta, mucho más atrevida, con propuestas tradicionales, otras de autor, y un poco de lo que el cliente va solicitando, “con esta nueva oferta seguimos mejorando. Es algo más cosmopolita, ya que mi objetivo es tener a disposición los 50 mejores tragos del mundo”, dice el bartender.
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DE NORTE A SUR
Buscando asesoría gastronómica, Carlos Millan y sus socios, los hermanos José Ignacio y Juan Guillermo Valenzuela, llegaron a la empresa Clou Gastronomique del chef Sebastián Salas, quien trabajó en el proyecto desde sus inicios, armando todo lo que tiene que ver con la cocina: equipamiento, personal, proveedores, y la creación de la carta de platos. De esta forma Sebastián se convirtió en pieza clave para sacar adelante el proyecto del bar restaurante, de hecho hoy es el cuarto socio de la empresa. “Me siento cómodo con el concepto de los demás socios, es cercano a mi propio estilo: desarrollar preparaciones chilenas con productos nacionales, de manera sencilla pero con buenos resultados. Eso es justamente lo que más me gusta hacer, así que siempre enganchamos bien. La carta se basó en el gusto personal de cada uno, junto con darle prioridad a los pequeños productores”, señala Salas.
En este bar no dejaron que los platos acompañaran los tragos sin importar calidad o sabor, hay un trabajo, partiendo por los proveedores que vienen de distintas partes del país. El orégano, por ejemplo, viene de Socoroma, de la primera región; la sal es de Lo Valdivia; el aceite de oliva del Valle del Limarí; el queso de cabra Las Majadas de Ovalle; otros quesos son de Panguipulli; la charcutería es de Paillaco; los vinos de la región del Biobío; la quínoa de Paredones, y así con casi todos los insumos. “Claro que no es un proceso fácil, a veces ellos tienen problemas de clima o cualquier otro contratiempo que hace difícil su constancia. Sin embargo trabajamos junto a ellos y tratamos de prepararnos para esas eventualidades, porque también queremos ser sólidos con nuestros clientes y ofrecerles siempre la misma calidad”, asegura el chef.
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La idea es representar a la mayoría de las regiones, y homenajear a cada productor con el resultado de un plato delicioso donde el producto se destaque. De esta forma Kinsa ofrece mucho más que tablas – aunque entre éstas destacan las del norte y las del sur, con deliciosos productos de cada zona –, de hecho hay seis entradas, siete platos de fondo, tres sandwichs, tres ensaladas y cuatro postres, todo esto disponible de forma permanente. A la hora de almuerzo se suma un menú que tiene un costo de $6.000, que incluye ensalada o sopa, plato de fondo (que cambia cada día), copa de vino o bebida, y café.
En el corto tiempo, Kinsa ha conseguido una cocina reconocida y una barra a la que le ha ido mejor, un lugar donde se reúnen los profesionales del mercado, donde cocineros y bartenders llegan para relajarse después del trabajo. Y no sólo se sienten cómodos como en casa, también satisfechos con la calidad.
Con este contundente resultado los socios de Kinsa Bar, Restaurante y Mercado no descartan una expansión del negocio, aunque creen que todavía falta…Un año tal vez para comenzar a planificar un nuevo local en Santiago, y por qué no, fuera de la capital.
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Kinsa Bar, Restaurante y Mercado
Constitución 140, Barrio Bellavista, Providencia, Santiago
Teléfono: (+562) 2955 0000
reservas@kinsa.cl
www.kinsa.cl