LA FUENTE CHILENA
Despertando el sexto sentido
A nueve años de la creación de la primera Fuente Chilena y tras asociarse a la cadena de alimentos Dominó, el restaurante ya tiene su tercer local, un moderno espacio donde se pueden disfrutar sus clásicos y reconocidos sándwiches.
Despertando el sexto sentido
A nueve años de la creación de la primera Fuente Chilena, en el Omnium de Avenida Apoquindo, y tras asociarse a la cadena de alimentos Dominó, el restaurante creado por el chef Álvaro Barrientos, ya tiene un nuevo local, esta vez en Providencia, un moderno espacio donde se pueden disfrutar sus clásicos y reconocidos sándwiches, más algunas sorpresas
Texto: Daniela Zevallos | Fotografías: Ronny Belmar
“Siempre supe a lo que me iba a dedicar, porque cocinar es lo que más me gusta hacer. La comida es lo único que hace despertar ese sexto sentido que yo llamo evocación, aquel que a través de aromas y sabores nos hace recordar momentos especiales…nuestra niñez, nuestra familia. Despertar ese sentido es a lo que apunta mi concepto”, explica el chef Álvaro Barrientos, creador y socio de la Fuente Chilena, sandwichería que según el cocinero está en su esencia.
De pequeño, Álvaro, quien creció junto a una abuela “con mano de monja”, como él mismo dice, relacionó el sabor de la comida con el amor, “es lo que queremos proyectar con nuestro trabajo”, dice el chef, y miembro de Les Toques Blanches, capítulo chileno.
Basta con probar uno de sus sándwiches para darse cuenta lo que Barrientos quiere decir. En cualquiera de los locales se encuentran las recetas más tradicionales del portafolio nacional, nada de hamburguesas – aunque estén de moda –, sólo los típicos sabores que preferían nuestros padres o abuelos: lengua, mechada, plateada, pernil, gorda, arrollado de huaso (envuelto en malaya de chancho y no en grasa ni cuero), lomo, fricandela y otros.
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Con este tipo de sándwich no cabe duda que la cocina se transforma en memoria, y si bien es el producto estrella de la Fuente Chilena, no es el único clásico. La Pichanga, un plato de antaño, infaltable en las antiguas peñas o clubes sociales, aquí se puede disfrutar de forma generosa, con lengua, arrollado, mechada, quesos y otros ingredientes. Otra alternativa es Crudo al plato, con 250 gramos de carne seleccionada de vacuno, salsa verde, mayonesa de la casa (que se prepara con el huevo entero), ají verde, limón y tostadas. Para comer un poco más liviano, también se ofrecen sabrosas ensaladas de distintos tipos. Pero igual o más irresistibles son los postres, que lejos de ser pretenciosos en la presentación, se convierten en un deleite sin necesidad de ser un goloso. Entre otros está el Arroz con leche casero, que incluye salsa de arándanos; Suspiro Fuente Chilena, al que se le agregan papayas acarameladas; Torta artesanal de hojarasca, servida con helado artesanal; y el insuperable Turrón de vino tinto, con frutillas, una receta casi extinta en la cocina actual.
LA RECETA DEL ÉXITO
Y aunque muchos creen que es fácil levantar una sandwichería de forma exitosa, se equivocan rotundamente. Detrás de este proyecto hay un gran trabajo que permite llevar de forma ordenada este negocio y hacerlo crecer sin perder la calidad. Con la puesta en marcha de su tercera apertura – la más reciente en Avenida Pedro de Valdivia, en la comuna de Providencia –, la producción no sufrió inconvenientes puesto que ya estaba estandarizada, gracias a un centro de producción del cual sale cada preparación que ofrecen los restaurantes, “tenemos la tranquilidad del centro de producción, en donde todo es cuidadosamente analizado y elaborado. La mayonesa, por ejemplo, se hace diariamente, se refrigera, se sella al vacío y se despacha a los tres locales. Las carnes tienen el mismo proceso, así con todo lo demás. Nadie podría decir que un local es mejor o peor que otro en términos gastronómicos, porque la mano y el proceso es el mismo”, señala Barrientos. La elección de la carne es importante para el cocinero, por eso cuenta con el mismo proveedor desde el día uno, BuenaCarne del empresario Juan Chau, quien le asegura calidad, garantía en la entrega y buen servicio.
En la Fuente Chilena también se fabrica el Pan criollo, un producto creado por ellos y patentado como tal. No existen más alternativas pues aseguran que tiene el equilibrio perfecto para acompañar cada preparación. Así lo explica el chef: “Es una mezcla de pan frica y pan amasado, menos duro que un amasado y menos aireado que un frica. No tiene tanta miga y lo hacemos en el centro de producción para enviarlo a todos los locales; luego se regenera en plancha al momento del montaje del sándwich.”
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Pero una sola persona no da abasto con tanto trabajo y detalles por los que preocuparse, de hecho nada de esto sería posible sin su socio, quien lo acompañó desde el primer día, cuando apostar por una sandwichería era casi una locura. Se trata de Pablo Leal Barrientos, primo del chef, cofundador y quien se encarga de los números, ocupando el puesto de gerente general de la empresa. Junto a ellos está María Jesús Portales, esposa de Álvaro, quien se encarga de la ambientación y capacitación del personal, para que cada uno de ellos comprenda el sentido y servicio que se quiere entregar. Por último, Daniela Blanco, nutricionista y pareja de Pablo, está encargada de todos los procesos de calidad, garantizando el buen estado y manipulación de los alimentos. Sin duda un equipo fuerte y unido que trabaja con sentido de pertenencia y cariño por lo que hacen, preocupados por cada uno de los pasos que hay que andar para sacar adelante un proyecto de esta magnitud.
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NEGOCIOS Y EXPANSIÓN
Con casi una década de exitosa permanencia en el sector de Apoquindo, y posteriormente en cerro El Plomo, Fuente Chilena se asoció a una de las empresas nacionales más grandes a nivel gastronómico: Dominó. Con una trayectoria de más de 60 años como expertos en completos y con locales a lo largo de todo el país, quisieron ser parte de este negocio y potenciar así su propuesta. En el fondo no ha cambiado mucho, las decisiones siguen pasando por los primos fundadores, pero ahora hay más fuerza y sustento para crecer. Luego del negocio, lo primero fue la inauguración de Fuente Chilena Providencia, ubicada a un costado del Teatro Oriente, en una zona que combina el público de oficina con la vida nocturna, otorgando un componente diferente a las otras sucursales.
Aunque los sabores son los mismos, al entrar a este local se nota la diferencia en su estética, con una mezcla de estilo industrial y toques de los años 50’. El lugar es una fuente, pero con una notoria preocupación por su estética y ambientación. “Los primeros fueron hechos con mucho amor y poco presupuesto. Aquí queremos retribuir al país lo que los sándwiches son para Chile. Hay muchos detalles, parte de la historia de todos nosotros, latas de galletas, botellas, fotos, para que la gente entre y diga ‘eso me recuerda algo’, ‘eso lo tenía cuando niño’…cosas sencillas como un cajón de tomates, por ejemplo, y destacando ciertos materiales, como el cobre y la madera”, dice Álvaro. Este objetivo lo han logrado cabalmente, con un diseño y características tan destacadas como la gran carta ubicada sobre la barra que simula una cartelera de cine de 1950, y mesas fabricadas especialmente para el restaurante por Thonet, con patas hechas al estilo de una máquina de coser.
El restaurante de dos pisos tiene capacidad para 170 personas, más 40 que suman tres terrazas (una en el frontis, otra en un patio trasero y una tercera en el segundo piso).
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La mayor parte de la carta es igual en los tres locales, sin embargo con este último quisieron innovar un poco, agregando tres platos de fondo pensando en la hora de almuerzo. Entre otros se ofrece una “Plateada a la cuchara”, servida con spaguettis salteados en oliva y verduritas de temporada; “Arrollado de huaso tradicional”, enrollado en malaya, acompañado de papas cocidas y tomates con albahaca; y “Costillar de chancho asado a la chilena”, con papitas doradas, cebollines asados y ají en escabeche. También hay una oferta exclusiva de vinos, cervezas, y un pisco sour especial elaborado con productos seleccionados por la casa.
Pero Fuente Chilena pronto tendrá más noticias, ya que el proyecto de expansión recién comienza. De hecho el equipo está en la búsqueda de un cuarto local, probablemente en la comuna de Vitacura. El plan es llegar a los ocho locales en 2020, complementando de esta forma un crecimiento sostenido en los próximos años, todos con una línea arquitectónica similar, pero con lo más importante que ya sabemos: el corazón y los sabores siempre serán los mismos.
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Fuente Chilena Pedro de Valdivia
Av. Pedro de Valdivia 0149, Santiago
Teléfono: (+562) 2963 7692
Lunes a sábado, de 8:30 a 18:00 hrs