MUJERES EN HOTELERÍA
Cuando ellas dirigen el hotel
Algunos todavía se sorprenden cuando saben que el lugar donde se hospedan es comandando por una mujer. Así lo aseguran las cinco ejecutivas que Chef&Hotel invitó a conversar acerca de cómo es la experiencia femenina en gerencia general, particularmente, y cómo se desenvuelven en el mundo de la alta dirección hotelera. Reunidas en la suite presidencial de Hotel Renaissance, compartieron relajadamente y aquí rescatamos sus ideas
Texto: Macarena Anrique | Fotografías: Gonzalo Carrasco y Nicholas Charlesworth
“Este trabajo que es de mucho estrés, también es fascinante”, dice María Ana Visentini, gerente general de Hoteles Plaza El Bosque. Anfitriona por naturaleza, en familia, con amigos y por supuesto en los hoteles, confiesa que su profesión, si bien es compleja y requiere ser muy dedicada, resulta un desafío tan interesante como lleno de adrenalina, “la verdad es que he sido tremendamente feliz en esto, he tenido un entorno que me ha acompañado, muy buenos equipos de trabajo, y una red de apoyo sin la cual no habría podido hacer nada, incluyendo a mi familia, y la suerte de contar con una persona que me ayuda en casa y estuvo conmigo desde el embarazo de mi primer hijo”.
Diana Borchard, gerente general de Renaissance hotel Santiago, también ha debido compaginar sus obligaciones profesionales con las de madre y esposa: “Ha sido un poco complejo hacer funcionar la vida privada a la par del hotel, pero se puede con mucha organización y quality time con los niños. En la hotelería todo el día pasan cosas, y cuando uno llega a casa con los suyos se olvida cualquier problema”.
Para otras ejecutivas, como Patricia Peña, quien desde hace seis años está en el rubro, particularmente en la gerencia general de Hotel Casa Higueras, el tema de ser mujer en cargos de alta dirección no hace ruido, “nací profesionalmente en la industria financiera, que es un mundo de hombres. Ahí yo era un profesional más. Creo que en todo ámbito la diferencia es que las mujeres tenemos que estudiar más, saber más y estar muy preparadas. Y eso es porque venimos haciendo carreras profesionales hace menos tiempo que los hombres. En el caso de ellos se da por sentado que saben. Nosotras tenemos que demostrarlo…Al final es una ventaja, tenemos más preparación”.
Pero también tiene que ver con que todas quieren ser la mejor en lo que hacen. Así piensa Estela Sebeto, gerente general de Ritz Carlton Hotel Santiago. “Es una misma quien se pone paredes”, asegura la ejecutiva, quien comenzó su carrera a los 22 años. Ella comenta que siempre supo que para surgir en hotelería debía salir de Argentina, su país: “Cuando estudiaba, había un hotel cinco estrellas en Buenos Aires, los recepcionistas que me entrenaban tenían más de cincuenta años y no se pensaban ir. Así que no lo dudé, en la primera instancia me fui. Pero en Latinoamérica, no lo vamos a negar, venimos de una sociedad machista. Lo más importante es creer en uno mismo y dejar de decir ‘esto es de hombres, esto de mujeres’. Hay que enfocarse en la mejor versión de sí mismo y las paredes que se construyan, derribarlas”.
Susan Lara también es extranjera. Dejó Perú hace cinco meses para hacerse cargo de Hotel Mercure Santiago, y el liderazgo local de la cadena Accor respecto del apoyo a la labor femenina en los recintos de la compañía. En esta, su primera experiencia internacional como gerente general, afirma que tampoco ha sentido diferencias por ser mujer, “comparto que las barreras las pone cada uno y las etiquetas también. Simplemente, seamos profesionales y eso es lo que marcará la diferencia”.
Diana Borchard
Estela Sebeto
María Ana Visentini
Patricia Pena
Susan Lara
COMO EN LA PROPIA CASA
Aunque las distinciones de género no son del agrado de estas mujeres, ellas mismas reconocen cualidades descritas como femeninas, y que en su rubro se califican bien. “Tenemos ciertas destrezas especiales. Nosotras unimos y abrimos caminos. La comunicación es otra de nuestras facultades, también generar confianzas y cuidar el relacionamiento. Creo que las debemos explotar al máximo”, dice Susan Lara. Y eso quedó patente en el encuentro entre estas cinco mujeres: puntos en común y también diferencias se hablaron entre risas en un ambiente ameno.
A Diana Borchard, hija de padre hotelero, la carrera le corre por las venas: “Para mí casi no es un trabajo, lo proyecto y el equipo me sigue”.
Hablando de equipo, ¿qué cualidades observan respecto del liderazgo femenino?
María Ana Visentini: “La empatía cumple un rol tremendamente importante. Efectivamente es una habilidad que la tienen especialmente las mujeres, pero creo que más relevante es ser honestos, decir las cosas de frente con mucho respeto, que es la base fundamental de cualquier relación”.
Patricia: “Tengo la impresión de que los hombres se sienten más dueños de hoteles, nosotras nos sentimos más las anfitrionas de nuestros huéspedes”.
Estela: “Los hombres son más territoriales. En mi caso, es como que vienes a mi casa, lo siento como un ambiente de hogar, un lugar donde te voy a cuidar y a dejar mejor de lo que estabas, en el sentido de que todos estamos para cuidarte, sabiendo que estás lejos de casa, estás tomando decisiones importantes o estás haciendo un negocio, y aquí a lo que vienes es a relajarte, a comer bien, a sentirte en casa lejos de casa. Eso es muy maternal, muy femenino. Quizás una mujer tiene más tendencia a crear un ambiente hogareño”.
La movilidad que implica la carrera hotelera, el hecho de pasar un tiempo viviendo en un país y luego en otro territorio, se ha visto como un obstáculo para las mujeres en gerencia hotelera, sobre todo cuando tienen o quieren formar familia…
Susan: “Hace algunos años, se pensaba que entre nosotras no había esa apertura para movilidad internacional. Es cierto que no es fácil. Para mí no lo fue al mudarme sola, y me imagino cómo hubiera sido con familia, hijos, cambio de colegio, etc. Pero sí ha habido una apertura de nosotras mismas, de decir ‘sí estoy dispuesta a moverme de mi país, de mi cultura, de mi zona de confort, empezar de cero en otro lugar’. Nosotras mismas hemos dado esa apertura para que otras generaciones tengan la oportunidad. Me pongo un límite si digo ‘quiero crecer, pero en mi ciudad’, y hemos comenzado a quebrar paradigmas”.
Se trata de un tema que quizás incide en la diferencia de cantidad de hombres y mujeres en cargos gerenciales…
Estela: “Depende cien por ciento de la mujer, porque, hoy en día, no vivimos una condición donde las mujeres tengan menos acceso a...Creo que las mujeres son las que tienen que animarse más a…Y es en eso en lo que quizás no hay tanto avance. Es una limitación que está dentro de la mujer, no en la sociedad ni en el ambiente profesional, está en manos de cada mujer decir ‘yo quiero esto y lo voy a conseguir’”.
En un mundo donde se aspira a la paridad, ¿qué papel juegan las políticas que benefician a las mujeres? ¿Las aplican?
Diana: “Dependiendo del cargo que esté disponible, uno tiene que poner ahí el talento que corresponde. En mi caso, no pienso si es hombre o mujer. No hago diferencias. Veo la competencia de la persona”.
Estela: “Concuerdo. Lo que uno busca es que se destaque lo que el puesto de trabajo necesita. Puede ser que lo encuentres en un hombre o en una mujer”.
Patricia: “Yo me he fijado que los hombres más jóvenes tienen mayor preocupación por compartir con sus hijos, priorizan eso. Entonces, tampoco es que tengas que facilitar horarios especiales a las mujeres, por ejemplo”.
Susan: “Eso es porque las mujeres han ido dando espacio para compartir roles y responsabilidad (...) En Accor, por ejemplo, promovemos la equidad de género y tener más mujeres, lo que buscamos es respeto y justicia sin favoritismos”.
Y en cuanto a las diferencias de salario entre hombres y mujeres…
Estela: “Eso es un hecho, está en las estadísticas a nivel mundial. Pero va también con la antigüedad. Siempre que entras hay un piso, y como la mujer entra un poco más tarde, ese piso empieza más abajo”.
María Ana: “Cuando uno crea valor, independiente de que sea hombre o mujer, a la larga saldrás favorecido (…) mientras te sientas retribuida”....
Patricia: “No es que te sientas distribuida, porque te puedes sentir bien distribuida con un salario menor. Las mujeres tenemos un tema con exigir que se nos remunere de la misma forma. Como que no nos gusta negociar y golpear la mesa (…) Yo no veo los años, veo cuál es el aporte. Ser gerente general significa que tienes más responsabilidad, entonces, si me quieren contratar es porque conocen mis atributos, y yo pido lo que se le paga a un gerente general. Por eso decía que a los hombres les cuesta menos, llegan y golpean la mesa”…
Vea en septiembre video de entrevista a las gerentes hoteleras en:
www.chefandhotel.cl
facebook/chefandhotel
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