Fiesta de la identidad en Mendoza

En la Vendimia, ícono de la ciudad, que este año celebró su 80ava versión, una vez más los vinos fueron protagonistas, pero también las reinas, la música y la gastronomía típica.

Fiesta de la identidad en Mendoza

En 1998 Pamela Castro entendió que lo suyo era endulzar la vida de los demás, y lo hizo con recetas de bombones, turrones, calugas, y un particular licor de chocolate que fabrica artesanalmente con Carola San Martín en el sur del país, en la región de la Araucanía.

Texto: Maureen Berger | Fotografías: Maureen Berger y gentileza del Gobierno de Mendoza

“Vendimia es más que una celebración. Reconocida mundialmente, viene de la sencillez de las hileras de una viña. Vendimia, el verdadero año nuevo en la ciudad, convoca a visitantes de todo el mundo”, señaló Gabriela Testa, presidenta del Ente de Turismo de Mendoza, y con mucha razón, pues durante cada jornada en esta provincia argentina el cariño, la alegría y los festejos generaron un ambiente especial.

Sus orígenes se remontan a 1936, cuando el ingeniero Frank Romero Day, en ese entonces Ministro de Industrias y Obras Públicas de Mendoza, firmó un decreto. A partir de ese momento, la vendimia pasó a ser un hecho social y de agenda nacional.

Gracias a una invitación del Ministerio de Turismo de Argentina y la Dirección de Promoción Turística de Mendoza, se vivió la experiencia de conocer en detalle este evento que convoca a miles de personas, nacionales y extranjeros.

El hotel escogido para el hospedaje fue Raíces Aconcagua, un clásico que cuenta con 152 habitaciones y está ubicado en calle San Lorenzo 545, a pocas cuadras del centro de la ciudad. Entre sus comodidades se encuentra una buena climatización, wifi, cable, frigobar, menú de almohadas y amenities. Además posee oficinas y salas para reuniones de negocios, gimnasio y piscina exterior. El desayuno es buffet, con facturas, tortitas y variada repostería, fruta fresca y cocida, quesos y fiambres, cereales, mate, café y zumo de naranja. También está el Spa Piuquén, con sauna, tratamientos, un scrub y terapia corporal en base al vino, masajes con piedras calientes, peeling y fangoterapia. Destaca el servicio room delivery, pero no del mismo hotel sino de restaurantes aledaños, con opción de encargar alimentos vegetarianos y veganos de Govindas; pastas y ensaladas al Napoletano; o pizzas y sandwichs a La Massa.

La primera actividad fue “Ciclo de música y vino en las alturas”, en la Terraza Jardín Mirador de la Municipalidad de Mendoza, espacio de encuentro de periodistas nacionales e internacionales que compartieron en compañía de la música, un coctel y el vino. El Intendente Rodolfo Suárez agradeció a los visitantes, agregando que “este es un lugar íntimo y especial para nosotros, donde todos los jueves podemos disfrutar de un evento que ha sido premiado por los Best of Mendoza’s Wine Tourism”. La bodega anfitriona fue Santa Julia, de Familia Zuccardi, que ofreció un Cabernet Sauvignon 2013. La música estuvo a cargo de Mario Montivero, Jorge Mansilla, Sergio Torres y el ballet MD Tango, con un espectáculo que incluyó milongas, boleros y folclore.

MANZANO HISTÓRICO Y VÍA BLANCA

“Vamos por la carretera, acompañados de la cordillera de los Andes, observando el cerro El Plata y el Tupungato, que significa ‘mirador de las estrellas’, según los huarpes, aborígenes que habitaban estas tierras”, dijo Exequiel Ramírez, encargado de viajes de prensa de la Dirección de Promoción Turística de la provincia de Mendoza. El destino fue el departamento de Tunuyán, para visitar El Manzano Histórico, reserva natural y cultural. “Acá es posible hacer cabalgatas, trekking, escaladas, camping, admirar el museo y los monumentos en homenaje al general San Martín, quien después de su viaje libertador se guareció para descansar bajo un manzano que se ha recreado en el lugar”, contó Marta Silver, guía ambiental, quien acotó que entre las especies se encuentra el chañar, llareta, coirón y chacay, entre otras.

El almuerzo fue en la bodega O. Fournier, cuya producción lleva diez años, donde primero se realizó una visita a cargo del guía Luis Barrera, quien señaló que “Bodega y Viñedos O. Fournier posee 283 hectáreas, 190 plantadas, una capacidad de 1,2 millones de litros en vasijas de acero inoxidable, roble y cemento, que van de los 6.500 a los 25.000 litros. La bodega ha sido diseñada para trabajar con la ley de gravedad, y minimizar así el uso de bombas mecánicas. La cava subterránea, que puede albergar 2.800 barricas de roble a temperatura y humedad constantes, posee un innovador laboratorio con capacidad para realizar microvinificaciones”. O. Fournier produce Tempranillo y Malbec, en blends con Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, especialmente. En variedades blancas elaboran Torrontés, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Pinot Noir. “Fuimos precursores en el concepto wine partners, donde 84 socios han adquirido hectáreas en las que nosotros nos encargamos de producir su propio vino, según sus gustos y elección”, agregó el guía.

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El restaurante Urban tiene capacidad para 60 personas, y una decoración minimalista que deja el protagonismo a las vistas circundantes. Antes de iniciar el servicio se realiza una cooking class a cargo de la chef Myriam Chávez. Salteña de nacimiento, pero radicada en Mendoza, primero trabajó siete años en todas las áreas vitivinícolas, hasta que descubrieron sus habilidades culinarias. Por años apoyó a la chef ejecutiva Nadia Harón, quien es esposa de José Manuel Ortega Gil-Fournier, el dueño, hasta que asumió más responsabilidades en la cocina. Ella preparó una Causa limeña, con verduras escabechadas, y Risotto de betarragas. Para el almuerzo, Salmorejo de sandía, con tomate de jardín, jamón deshidratado y huevo hilado, acompañado de un Beta Cruz Blend 2011 (40% Tempranillo, 40% Malbec, 10% Merlot y 10% Syrah). Entre los platos principales: Ragout, en dos tiempos, con demi glace sobre crema de papa y romero, o Pasta crujiente, de acelga y ricota en salsa de alcaparra, ambos combinados con Alfa Crux Blend 2007 (60% Tempranillo, 25% Malbec, y 15% Cabernet Sauvignon). De postre, Torre de masa philo, con crema de dulce de leche, sorbet de melón y menta, con espumante Cuvée Vintage.

José Manuel Ortega Gil-Fournier, el dueño originario de Burgos España y ex banquero, habló del hotel que están construyendo: “es un hotel de lujo con 41 habitaciones, al estilo de una casa de campo, con perros labradores en la recepción, similar a una casa de recepción de amigos. Tendrá un bar y una sala de juegos con mesa de billar. El hotel que esperamos abrir en dos años más, tiene una inversión de 8 millones de dólares”.

A las 21 horas arrancó en el centro de la ciudad la Vía Blanca de las Reinas, ante más de 400 mil personas. Es un desfile de carros alegóricos lumínicos que transportan a las reinas tanto salientes como aspirantes al cetro, así como también de otras festividades locales y nacionales. La reina y su corte demostraron simpatía con el público, saludándolo, y arrojando frutos y otros productos simbólicos producidos en su región como obsequio. Terminado el evento, la celebración continuó en el Hotel Hyatt con un concierto de la cantante Soledad Pastorutti.

CARRUSEL DE LAS REINAS Y ACTO CENTRAL

La jornada del sábado se inició temprano para asistir al Carrusel de las Reinas, donde los carros transportaron a las reinas y su corte, que como en la Vía Blanca, saludaron y obsequiaron productos a los espectadores. “Las carretas, tiradas por bueyes o caballos, muestran a las agrupaciones gauchas con sus vestimentas típicas, y a descendientes de los huarpes, pueblo indígena de Cuyo”, dijo Eliana López Sampieri, de la Subsecretaría de Turismo de Mendoza. Esto se desarrolló en el frontis del Hotel Hyatt, en la calle Chile, con cientos de visitantes y la presencia de diversas autoridades, como Alejandro Lastre, Secretario de Turismo de la Nación, quien señaló que “estamos trabajando con fuerza para recuperar al mercado lejano, americano y europeo, y ojalá chino. También afianzar nuestra relación con Brasil y Chile, generando acciones innovadoras y promociones atractivas para que vengan, no sólo a Mendoza, sino a Argentina en general”.

Luego se visitó la bodega Trivento. Allí el enólogo Maximiliano Ortiz explicó que “esta viña que nació en 1996, es una filial de la chilena Concha y Toro. No obstante toda la producción se hace en Argentina, y los enólogos a cargo son de nuestro país. El 95% lo exportamos, principalmente a Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Canadá. Nuestro vino insigne es Malbec Trivento Eolo, pero también producimos blancos Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viognier; y en tintos, Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah, Bonarda, Cabernet Franc, etc”. La bodega cuenta con ocho fincas ubicadas en Valle de Uco, oasis Luján-Maipú y oasis Este. En una sala especial descansan 4.000 barricas de roble francés y americano, utilizadas para la crianza de vinos premium.

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El almuerzo fue en formato coctel, con una típica Picada Argentina, que incluyó quesos y fiambres regionales, acompañados de pan fresco y empanadas criollas de carne al horno. También se ofreció Cazuela de ave, trozada con verduras y mostaza; Quínoa caprese, con tomate y mozzarella di búfala; y Ceviche de mariscos, con crema de palta. De postre hubo una degustación de Helados artesanales y caseros: dulce de leche, pomelo y limón, bitter, banana con chips de chocolate y más.

El chef ejecutivo Diego Ponce, estudió gastronomía en la Escuela de Gastronomía Arrayanes de Mendoza, se fue a perfeccionar a Buenos Aires, ganó premios, como el tercer lugar en el Cucharón de Oro Culinary 2006, y volvió a su tierra. Trabajó en bodega Chandón, restaurant Azafrán, en Micro Hotel Inn y Hotel San Francisco, en Chacras de Coria. Hoy además de trabajar en Trivento, gerencia el restaurante Apapacho.

La noche del sábado se realizó el espectáculo “Vendimia de la identidad” en torno a la Fiesta de la Vendimia, en el Teatro Griego Frank Romero Day, un anfiteatro abierto con capacidad para 22 mil espectadores, con un escenario de casi cien metros.

En el acto central se realizaron bailes folclóricos con más de mil artistas en el escenario, juegos de luces y sonido. Allí tuvo lugar la elección y coronación de la reina, que este año recayó en la representante de Luján de Cuyo, Giuliana Lucoski, y como virreina, Rocío Fuster, en representación de Lavalle. “La puesta en escena se organiza bajo una línea argumental y un guion, diferentes cada año, representando generalmente el pasado y el presente mendocino en torno al trabajo de la gente. Se pueden apreciar danzas mendocinas, trajes exóticos y tradicionales, la cosecha de la uva, el proceso en la bodega, la inmigración, y un homenaje a la virgen de la Carrodilla, considerada Patrona de los Viñedos”, describió Gabriela Testa.

Las siguientes noches se repitió el mismo show, pero con la presentación de otros artistas, como Los Enanitos Verdes. La fiesta terminó en “Vendimia para todos”, otro show de música y baile en Arena Maipú, con la elección del rey y reina gay, quienes desfilaron por primera vez en el paseo de carros alegóricos. Así, con vinos, música, tradiciones e historia concluyó una nueva y exitosa fiesta, en Mendoza, en que cada quien deseó con fuerza y entusiasmo una “Feliz Vendimia”.

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