LA FAMIGLIA es el concepto que impulsó a César Riffo y Valentina Albornoz a extender su restaurant La Fuente Reina, pasando de una picada de sandwich gourmet a uno exclusivamente de gastronomía tradicional italiana, conservando el mismo ambiente acogedor, familiar, con un servicio de excelencia, para crear a pocas cuadras de la fuente de soda un nuevo restaurant llamado Mattarello.

Matías Solá, chef corporativo y gerente de operaciones y Nicole Lucero, chef ejecutiva

Ensalada de camarón, salteado en aceite de oliva y ajo, mix de verdes con gajos de naranja fresca, palta, ricota fresca, tomate cherry, dressing de limón con cilantro y un toque de licor de naranja ($8.900)

Ñoqui de santis de queso azul con papa, tocino crocante y pera caramelizada ($9.900)

Con capacidad para recibir a 297 personas, la arquitectura está pensada y diseñada para resaltar la naturaleza de sus alrededores, y disfrutar con los niños el extenso espacio que contienen instalaciones de juegos que incluye el canopy, guiado por un monitor, o un stand para refrescarse cuando las ciclorecreovías se toman la avenida Príncipe de Gales, como uno de los atractivos del fin de semana.

El objetivo es ofrecer entretención para un perfecto panorama familiar, y despreocuparse por un momento de los niños de manera segura, para saborear los exquisitos platos de Mattarello con plena tranquilidad. Matías Solá, chef corporativo y gerente de operaciones, asegura que “es un lugar donde los papás pueden ir a comer y relajarse, sabiendo que sus hijos lo están pasando bien y no están incómodos, en un restaurant donde están siendo mirados y enjuiciados por el resto de las mesas”.

Brusqueta fior di latte tiene 5 brusquetas en pan toscano, pintada de tumaca con mozzarella fior di latte, tomates cherry, albahaca, y un toque de aceite de trufa ($6.900)

Ravioles Ferrari, rellenos de camarones con queso crema, y ciboulette con guacamole tibio ($11.900)

Pizza Margharita, con salsa de tomate, mozzarella fior di latte, aceite de oliva y albahaca ($7.900)

UN VIAJE AL CORAZÓN ITALIANO

Mattarello es una pequeña ciudad de Trentino, en Italia, nombre que significa “rodillo toscano” o “rodillo de cocina”, más conocido como uslero, para amasar.

En Mattarello, de entrada se observará al pizzaiolo estirando la masa, lanzándola al aire, e introduciéndola en el corazón de este destacado restaurant italiano: un horno traído directamente de Nápoles, que tiene cocida una pizza en menos de dos minutos. Por otro lado una vitrina conservar los helados artesanales italianos que varían cada semana.

Por dentro, una luz cálida acoge las mesas de los comensales, destacando los cuadros decorativos que enmarcan cada antiguo utensilio de cocina en bronce. En el exterior, una terraza en carpa permite que cinco columnas de mesas acojan a numerosas familias que deseen vivir esta experiencia. El espacio está iluminado con luz natural, junto a unas guirnaldas de ampolletas. Sus blancas paredes resaltan una decoración con pallets empleados como maceteros, una solución ecológica pues se trata de materiales reciclados.

Canelloni bianco de champiñones, gratinado en salsa rosa y almendras efiladas ($9.900)

Tabla mozzarella fior di latte y prosciutto con tostadas y tapenade, pesto y confit de tomate ($14.900)

Al medio del patio se impone un amplio bar que permite comer en la barra, beber vinos o cervezas típicas nacionales y también italianas. Además se pueden degustar cafés hechos en máquina, de Indonesia, Etiopía, Perú, Colombia o Ecuador, y acompañarlos con repostería y pastelería que se renueva a la hora del té.

Un preponderante amarillo en el área de juegos con pasto sintético genera el interés de los más pequeños. El conocido tobogán, rebalín, columpios, y el esperado canopy de cada fin de semana son parte de las actividades, junto a los infaltables actos de magia.

Torta mimosa de pan de España, rellena con frambuesa y trocitos de chocolate, decorada con crema chantilly Panna cotta de la casa, con frambuesa y salsa de caramelo Trifle de chocolate a base de crema pastelera y chocolate 70% cacao, chocolate dulce y chocolate blanco ($4.900)

Sandwich il capo, de pan de pizza, con prosciutto, pesto, mozzarella y rúcula ($5.900)

LA NOBLEZA DE LOS INGREDIENTES

El gran porcentaje de ingredientes que tienen para la elaboración de pastas y rellenos son de diferentes proveedores y distribuidores italianos, que los aconsejan permanentemente acerca de nuevos productos en stock: harina, sémola, quesos, prosciutto, pomodoro y aceite, entre otros. “Es una gastronomía rica porque trabajamos con productos traídos directamente de Italia, respetando la nobleza de los ingredientes, para que llegue una preparación de muy buena calidad y cantidad”, explica Solá.

La elaboración de las pastas para rellenar contiene la mitad de harina y la otra mitad de sémola, a diferencia de las pastas largas que están fabricadas solamente con sémola, dándole la estructura tradicional italiana. Todas llevan huevo, y no están aliñadas con sal o pimienta porque el sabor se lo entrega la misma salsa. Luego las pastas pasan por un proceso de abatimiento-congelación, donde se mantiene a -18 grados por dos días máximo, ya que buscan ser reconocidos por la producción de pastas frescas.

EL ORIGEN DE LA CREATIVIDAD

Nicole Lucero, chef ejecutiva de Mattarello, lleva diez años ejerciendo en el rubro de la gastronomía, y es primera vez que está a cargo de un restaurant. Estudió en el Instituto Profesional Diego Portales, donde se especializó dos años en cocina y pastelería internacional. Luego de haber obtenido un año de experiencia trabajando en la producción de pastas, los dueños de Mattarello le ofrecieron una capacitación de dos meses en Nápoles para aprender la esencia de la comida, repostería y pastelería italiana.

Así mismo, no sólo se preocuparon de preparar un staff de chefs especializados, también se aseguraron de traer equipos desde Italia: una máquina para la elaboración, un cuece pastas, y el típico horno napolitano de 450 grados que permite la rápida cocción de pizzas, entre 60 a 90 segundos.

En el caso de las pizzas, la masa hecha con harina italiana fermenta entre 24 a 48 horas. Es estirada a mano por un pizzaiolo, quien le proporciona ingredientes como la salsa del auténtico pomodoro y la infaltable mozzarella, deshidratada por 24 horas. “La idea es trabajar con la línea de los platos clásicos, buscando siempre algún tipo de preparación local, creando esta combinación de lo italiano con nuestros sabores y texturas”, indica el chef.

Uno de los platos más pedidos es el Ferrari, un ravioli relleno de camarón con queso crema y ciboulette, y encima un guacamole tibio. “Algunos platos, como también la pastelería y repostería, están modificados al gusto del consumidor. Por ejemplo el Panzotti relleno de carne mechada, el Ñoqui de jaiva o la Panna cotta, que en vez de llevar salsa ácida, es más dulce que la tradicional”, cuenta Nicole Lucero.

Todas las pastas son platos de 400 gramos, salvo los espirales de jamón queso para niños, que son de 150 gramos. Las preparaciones para adultos se pueden acompañar con una copa de vino a elección, por un valor de $17.000 por persona aproximadamente.

DE LUNES A DOMINGO

Esta cocina continua, de 12 am a 12 pm, que presenta de lunes a viernes un menú ejecutivo hasta las 16 horas, se puede encontrar en las redes sociales. Su valor, $5.500, incluye entrada, plato de fondo, postre, o una pizza o ensalada, más bebida y café.

Además, para obtener una cocina eficaz, cuentan con el apoyo de Grecka que posee equipos con alta tecnología. Por un lado están respaldados en gelatería para crear más de cien variedades de helados artesanales italianos, y por otro, utilizan un horno multi-cocción combinado que facilita y logra el cocimiento preciso para los rellenos, donde las temperaturas son bastante importantes. En gelatería también, constantemente están capacitando a chefs y maestros heladeros en los cursos que el mismo distribuidor Grecka imparte, empresa que los asesora mostrándoles las últimas tendencias, no sólo en heladería sino también en repostería.