Nikkei Sushi Bar
Nikki Nikkei Sushi Bar
José Ozaki y su última apuesta: Niki
• Un nikkei sushi bar que evoca esos sabores inolvidables de la fusión de Japón y Perú, con elementos innovadores, es lo que ofrece el reconocido chef en su último desafío gastronómico, en el corazón de BordeRío, con una carta que rescata preparaciones y puesta en escena de su clásico Ozaki, el que tras su cierre en 2016 dejó a varios añorando su cocina.
LOS VIUDOS DE LA COCINA NIKKEI CLÁSICA DE JOSÉ OZAKI, ya tienen donde volver a probar esos sabores y texturas. Tras el cierre de su local emblema en Las Condes, a fines de 2016, bautizado con su apellido, tomó esa carta y la dejó dentro de un baúl. Hasta ahora. Niki Nikkei Sushi Bar, donde José Ozaki tiene el rol de director gastronómico, abrió sus puertas en BordeRío, en enero de este año.
Gabriel Délano, reconocido empresario del rubro y dueño de La Tabla, tenía ganas de hacer algo distinto en un espacio ubicado a un costado de su restaurante, en el centro gastronómico de Monseñor Escrivá de Balaguer, que había tenido varias apuestas, pero ninguna exitosa.
Lo que partió concebido como un lugar de comercio pasó por heladerías, bares y más, hasta sumarse al restaurante y funcionar como comedor privado. “Había demanda, pero nunca tanta, así es que me dieron ganas de probar algo nuevo”, cuenta Délano. Y como lo de él va por el lado empresarial, se puso a investigar quién era autoridad en el tema del sushi. “Así llegué a José, a quien conocía a través de su cocina. Considero que los buenos cocineros son artistas, y en general de carácter difícil, pero no es su caso, entonces trabajar con un artista que además es de fácil trato, ha sido súper agradable”.
Así nació esta cofradía, que tiene a José Ozaki nuevamente en el barrio alto, en un espacio que ha tomado nuevos aires y vitalidad con la llegada de KrossBar y otros proyectos a BordeRío.
“Gabriel no quería un sushi común y corriente. De a poco fuimos tirando líneas hasta que se armó Niki. Mi idea inicial era recuperar un poco lo que yo hacía en el local de Las Condes, esa carta que en algún momento dije la cierro, la guardo, y la sacaré algún día”.
Niki tiene capacidad para 45 comensales, funciona con un equipo de 11 personas y abre de lunes a lunes, almuerzo y cena. “Este lugar está tomando un segundo impulso. Con el cierre de Hanzo, pensé que esta zona necesitaba algo”, dice Ozaki.
LA ESENCIA DE NIKI
José lo define como un nikkei sushi bar bien a la peruana, con toda su intensidad. Hay aperitivos marinos, como los clásicos tiraditos de pulpo, mixtos y ceviches, además de opciones “Del valle”, como citan en la carta, con filetes tataki y wonton criollo, entre otros.
En cuanto a la oferta de makis (rolls), hay 11 alternativas, junto con nigiris, sashimis, ensaladas, ramen y más.
Les interesa que el consumo de sushi comience a tomar un nuevo estándar, que vuelva a lo original, de a poco. Por lo mismo en su carta, si el cliente quiere añadir queso crema a algún maki, se considera como adicional y se cobra, como una forma de erradicar de manera sutil su consumo.
Y para hacer aún más completa la experiencia nikkei, van a sumar a su oferta de líquidos, cerveza japonesa de las marcas Kirim Ichiban y Sapporo.
SU LLEGADA A CHILE
Nacido en Lima, de madre chilena, padre peruano y abuelos japoneses, José Ozaki llegó a nuestro país en 1991 por motivos familiares. Sus padres vivían acá, y sin darse cuenta se fue quedando. Comenzó a trabajar como diseñador gráfico – carrera que estudió en Lima –, pero fue conociendo gente y amigos y era él que estaba a cargo de las preparaciones. “Siempre lo hice, hasta que alguien me dijo: ‘Cocíname, pero cóbrame’. Después de que cobré, me dije: ‘mm, no está mal’, y empecé a ganar más plata con la comida que con el diseño. Soy autodidacta, pero siempre estudié, estudié y estudié”…
Primero se dedicó a hacer servicios de catering. Después se fue un tiempo a Costa Rica, a liderar proyectos de cocina peruana y japonesa. Recuerda cuando le ofrecieron ese desafío: “Conversamos media hora por teléfono, y al tercer día estaba yo subiéndome al avión. Siempre me he lanzado a la propuesta. Nunca he dicho no”.
Y así lo refleja su historia. De regreso en nuestro país abrió Ozaki, en Santa Beatriz, Providencia (en una casa que posteriormente se vendió), para luego apostar por República Nikkei, en Merced, pleno centro de Santiago, local que sigue funcionando hasta el día de hoy.
En 2013 reabrió Ozaki en Las Condes, el cual cerró tres años después, para luego el 2017 ser chef ejecutivo de Piso 1. El segundo semestre del año siguiente abrió Distrito Nikkei, un local de ramen en el barrio Franklin, y ahora, en enero de 2019, Niki.
¿Sus próximos planes? Por ahora dice estar muy cómodo en Chile, le han ofrecido otros proyectos en el extranjero pero los ha descartado. Así es que ya saben, ¡a seguir disfrutando del sello nikkei de José Ozaki!...
Niki Nikkei Sushi Bar
- Avda. Monseñor Escrivá de Balaguer 6400, Vitacura
- Teléfono: (+56-2) 2218 0216
- Reservas: reservas@niki.cl
- Instagram@nikisushibar
- Web: www.niki.cl
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