A raíz del confinamiento que se ha vivido en muchas ciudades del planeta, las personas extrañan la vida social vinculada al hecho de ir a comer fuera de casa y la posibilidad de probar nuevas propuestas en los restaurantes. Ambas aseveraciones no son antojadizas, se trata de datos obtenidos a partir de The Coronavirus Survey for Diners, una encuesta preparada por Fine Diners Lovers en el afán de indagar entre su audiencia de amantes de la buena mesa cómo las medidas de cuarentena han estado afectando los hábitos en el consumo de comida.

El informe entrega interesantes datos acerca de si los cierres temporales de actividades cambiarán la forma en que comemos, cocinamos y cenamos fuera, algo clave si advertimos que estamos en un contexto donde reina la incertidumbre y las proyecciones hablan de un escenario en el que una importante clave para la recuperación del sector estaría en el comportamiento del público.

En lo concreto, la encuesta entrevistó a 7.917 personas, un total cuyo 73% corresponde a mujeres y 38% reside en grandes ciudades. En su mayoría –cerca del 85%– son residente de Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México y Australia, lugares donde el 88% de las personas ha estado bajo medidas de cuarentena o cierre total de sus ciudades; como consecuencia, los restaurantes de los alrededores también han estado sujetos a restricciones de apertura.

Claro el contexto de estudio, algunos de los datos muestran que el 33% de los encuestados solía comer fuera de casa, lo hacía muchas veces a la semana o, incluso, a diario. Se infiere, entonces, que para ese porcentaje de comensales no poder ir a sus restaurantes favoritos durante el tiempo de confinamiento resultó un inconveniente importante, entre otras razones, por el aspecto social relacionado –88% lo estima así– y la búsqueda de nuevas experiencias en sabores y preparaciones, aspecto que importa al 28%.

¿Más delivery?

De acuerdo con los datos recopilados por The Coronavirus Survey for Diners, previo a las medidas de confinamiento, la mayoría de los encuestados no se sentía especialmente a gusto con la entrega de comida a domicilio, tampoco con las preparaciones listas para llevar o take away (ver nota relacionada El delívery en jaque: Las disyuntivas entre restaurantes y Apps). Sin embargo, se adaptaron y los números muestran que, en la actualidad, una cuarta parte de los entrevistados utiliza estos servicios más que antes. Con mayor detalle, hoy por hoy, el 54% de los canadienses y el 49% de los estadounidenses escogería delivery si no quieren cocinar. En el caso de los italianos, el porcentaje llega a 30% y, proyectándose después de las medidas de restricción, el 17% dijo que contemplaría más delivery en sus compras.

Entre los entrevistados que viven en Francia el caso es muy diferente, pues la entrega a domicilio, definitivamente, no aumentó. En ese país, el 51% no utilizó los servicios de comida para llevar durante el encierro, y el 19% lo utilizó con menos frecuencia que antes.

Cuando se observan las respuestas de los residentes en Estados Unidos, surge el dato de que el 39% aumentó su demanda por servicios take away, y 23% dijo haber elegido platos de su restaurante favorito, ya sea por lealtad con la propuesta o por simple gusto, como fue el caso del 39%.

¿Cuándo volver a comer fuera de casa?

Ante la consulta respecto del factor que convencería para regresar a los restaurantes una vez levantadas las restricciones, la seguridad se lleva todas las preferencias (ver nota relacionada Winterhalter Garantiza la higiene de su cocina). La mayoría de las personas se manifestó ansiosa por volver a disfrutar la gastronomía fuera de sus casas, no obstante, el 19% dijo que asistiría únicamente cuando ya exista una vacuna para no contraer Covid-19, en resumen, una vez que la pandemia fuera cosa del pasado.

Revisando porcentajes, entre los encuestados que residen en Estados Unidos se pudo ver que el 22% se manifestó cauteloso sobre el regreso a los restaurantes. Menos preocupados, solo el 10% de los australianos expresó esa sensación.

En general, 69% de los encuestados afirmó que confiaría en las medidas de seguridad tomadas por restaurantes. A su vez, la mitad dijo que las directrices de seguridad de su gobierno le animarían a volver. Los medios de comunicación, en tanto, no salieron bien parados del análisis: únicamente el 10% confía en su información para saber cuándo es seguro retomar las salidas a comer.

Tiempo de aprendizaje

Un aspecto particular propiciado por el confinamiento, según The Coronavirus Survey, es que un importante grupo de personas dijo haber aprendido nuevas habilidades durante el encierro; 60% específicamente: 40% mencionó el horneado y, en un porcentaje muy parecido (39%) se destacó la adquisición de nuevas técnicas de cocina. En ese sentido, los chefs que han estado activos en redes sociales también han tenido un rol destacable, y es así como el 26% tomó recetas y consejos de cocina de cocineros profesionales. También se registró interés por la reducción del desperdicio de alimentos, una tercera parte lo mencionó.

Si bien aún se están revisando muchos datos acerca de las consecuencias que el confinamiento ha tenido para la industria, y todavía estamos en un periodo plagado de interrogantes, el estudio The Coronavirus Survey for Diners brinda un importante contexto que aclara, entre otros puntos, cómo la experiencia del restaurante sigue siendo difícil de recrear en casa, pues los restaurantes hacen bastante más que brindar comida y un servicio profesional. El ambiente, la atmósfera y la interacción social son y seguirán siendo clave, ahora más que nunca, para trazar un camino hacia el mejor futuro la industria.